La tarima que servirá de soporte para el altar de Papa Francisco, para la celebración de la santa misa en Ñu Guasu, está completamente montada en la fecha prevista y en pleno proceso de ajustes de detalles de seguridad del mismo.
 

Faltando 18 días para la histórica visita del Papa Francisco al Paraguay, se concluyó el montaje de la tarima que servirá de soporte para el retablo de 25.000 espigas de maíz, 160.000 frutas de coco y 1.000 calabazas, aproximadamente, hecho por el artista paraguayo Koki Ruiz y los artesanos de Tañarandy (Misiones).

El escenario principal, tiene una dimensión de 40 x 15 metros y una altura de 1,44 metros, cuenta con una escalera central, y en uno de los los costados, se divide en 4 pequeñas plataformas donde estarán los integrantes del presbiterio. Fuera del escenario central, también fueron colocadas unas tarimas para el coro y orquesta papal.

Dentro del cronograma de obras, se prevé que el próximo lunes 29 de julio, comience a montarse el retablo, el cual será traslado desde San Ignacio a Ñu Guasu, el domingo 28 de junio.

Itaipu Binacional –por instrucciones del presidente de la República, Horacio Cartes- está financiado varias obras en miras a la visita del Papa Francisco, entre ellas, la misa que se celebrará en Ñu Guasu.
 

Para esta misa, en la cual, el Papa Francisco también rezará el Ángelus para el mundo entero, se tiene estipulado la presencia de más de dos millones de personas. En miras a esta cita multitudinaria, se colocarán más de 3.700 caballetes, tipo valla, para perimetrar la seguridad durante el encuentro religioso.

A la par del montaje del altar del Papa, varios de los hangares de la Fuerza Aérea (Ñu Guasu) fueron reacondicionados, especialmente los que quedarán detrás mismo del escenario. Se están previendo vestidores, baños y una sala para los religiosos y su comitiva, como así también el lugar donde estará la prensa nacional e internacional.

El general José María Duarte, jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Paraguaya, expresó que hay mucho trabajo, ya que varias de las instalaciones estaban deterioradas. “Hace 27 años, con la venida del Papa Juan Pablo II habíamos recibido una ayuda muy importante, y luego por cuestiones presupuestarias hacíamos pequeños arreglos, pero para este evento tan importante, se iba a necesitar mayor atención a las cuestiones edilicias”, señaló.

Destacó que dentro de los hangares se están haciendo trabajos, como ser arreglo de techo, piso, adecuación de baños; la parte eléctrica de todas las instalaciones del sector del altar, instalación de internet. Señaló que se destinó 62 hectáreas para la celebración de la misa, previa autorización de la SEAM-, y en este franja pueden entrar dos millones de personas.

Adelantó que por protocolo de seguridad, no se permitirá la entrada a los vendedores ambulantes, y por ello, los servidores cumplirán un papel fundamental en lo que hace a la provisión de agua, por sobre todas las cosas.
 

Anécdota

El General Duarte, con mucho orgullo y emoción, comentó que si todo sale bien, podrá ver por segunda vez a un Papa.

“Tuve la suerte de volar con Juan Pablo II. Tuve la bendición de ser su piloto y traerlo de Villarrica en aquella oportunidad. Apenas pude saludarlo en la entrada y en la salida porque tenía la responsabilidad de pilotar. Durante el vuelo fue imposible hablar con él porque las condiciones meteorológicas eran adversas”, recordó el general.

Comentó que al llegar a destino (Asunción), el ahora San Juan Pablo II les bendijo y les regaló un rosario. “Me siento privilegiado porque posiblemente pueda verle al Papa Francisco. Además, el privilegio también de trabajar con gente tan profesional como Itaipu y de otras instituciones para coordinar todo lo que será la misa en Ñu Guasu”, concluyó.