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Cultura sorda: el conocimiento se construye a partir de las experiencias visuales
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06/10/2011

A fin de concienciar sobre las necesidades y los derechos de las personas con discapacidad  auditiva, la empleada con diversidad funcional,  del área de Beneficios, María Cristina Mongelós  realizó  un recorrido por las distintas áreas de Itaipu. La actividad fue animada por  mimos, quienes recrearon lo que vive a diario  una persona sorda.

María Mongelós se acercó a los compañeros de otras áreas de la Itaipu -con una intérprete debido a la dificultad en la audición que conlleva- para dar a conocer las innumerables barreras que debe afrontar a la hora de comunicarse e interactuar con el entorno.

Ella trabaja en la entidad hace   22 años. Al inicio le costó mucho comunicarse con sus compañeros de trabajoúnicamente lo hacía por escrito. Poco a poco fue ampliando sus niveles  comunicación con las personas más cercanas sin  depender exclusivamente de la escritura.  No obstante, destacó que lastimosamente no puede vivir esa misma situación con el resto de los compañeros de Itaipu.

“La barrera de comunicación se da especialmente en los cursos, talleres o capacitaciones. A veces no puedo asistir a esos lugares porque no hay interpretes y aunque esté interesada en asistir y aprender, el problema es que si voy no entiendo mucho”, explicó.

Sostiene que propuso la asistencia personal de un intérprete, en la Negociación del Contrato Colectivo de Trabajo, tal y cual lo tienen las personas con discapacidad física.

Indicó que la asistencia de un intérprete no sólo se necesita en el ambiente laboral sino en todos los aspectos de la vida, porque existen necesidades básicas como las consultas médicas, reuniones, charlas, etc.

Ella aclara que comprende perfectamente a las personas que se acercan a hablarle, pero le resulta un poco difícil darse a entender, pues señala que tiene otra pronunciación de las palabras. Aduce que posee toda la voluntad de enseñar la lengua de las señas, aunque indica que no es necesario conocerla completamente, sino por lo menos lo básico como el saludo o palabras que se utilizan a diario en el trabajo, “quiero enseñar, pero aún no me dan un espacio” señaló.

Mencionó que tiene una buena comunicación con los compañeros antiguos de la entidad, mientras que con los compañeros nuevos le resulta   más difícil integrarse ya que la misma dificultad también se da en ellos.

“Yo entiendo a las personas que se acercan a hablarme y si no me entienden procuro hasta lograr que me entiendan”, puntualiza.

Entre otras cosas, recalcó que lo que podría llegar a hacerla sentir mal, sería obligarla a ir a un seminario en el cual por falta de intérprete, ella no pudiera entender nada.

La Sordera

La Sordera es definida como la dificultad o incapacidad de usar el sentido del oído, debido a la pérdida parcial o total de la capacidad auditiva.

Como consecuencia, los sordos/as tienen dificultades de comunicación con un entorno mayoritariamente oyente. Estas dificultades de comunicación se constituyen en barreras para la participación social, limitando sobre todo el acceso a la información y el conocimiento.

La capacidad cognitiva no es afectada por la sordera, pero la ausencia de estímulos auditivos limita el acceso al lenguaje oral, sobre todo en la etapa crítica de adquisición del lenguaje, en la primera infancia.

La falta de acceso a un lenguaje provoca retrasos en el aprendizaje. La gran mayoría de los sordos poseen padres oyentes, que usan la lengua oral y con los cuales los sordos no pueden comunicarse plenamente, por lo que el acceso al lenguaje se produce en la edad escolar.

En las escuelas especialmente se tiene el primer contacto con otros niños sordos y en la interacción se desarrolla la natural capacidad para el lenguaje que todos poseemos, a través de la Lengua de Señas, de carácter visual y gestual.

El uso de esta lengua y la dinámica social que genera constituye la base de lo que se denomina como Cultura Sorda, donde el conocimiento del mundo se construye a partir de experiencias visuales.

Intérprete de Lengua de Señas

Algunas personas con discapacidad necesitan contar con un asistente personal para desenvolverse en un ambiente con barreras. Es el caso de las personas con discapacidad física que necesitan  ayuda para desplazarse.

En el caso de las personas sordas, las barreras de comunicación hace imprescindible contar con un intérprete de Lengua de Señas, que les permita acceder sin trabas a la comunicación en situaciones tales como:

•                    Reuniones de trabajo.

•                    Cursos de Capacitación.

•                    Estudios en diferentes niveles.

•                    Consultas médicas y legales.

•                    Conferencias y Seminarios.

La tecnología de la información y la comunicación también aporta recursos valiosos para facilitar la inclusión social y laboral de las personas sordas. La telefonía celular e internet a través de los mensajes de textos y videos en vivo, han significado toda una revolución en favor de la comunicación visual, beneficiando a las personas sordas de todo el mundo, que de esta manera pueden tener una comunicación directa, sin intermedios.