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Familias reemplazan la vida precaria de la ribera por el bienestar de un barrio modelo
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12/12/2017

Un día de intensas emociones vivieron las primeras familias que se mudaron, hoy martes 12 de diciembre, desde la zona Refugio, en la ribera asuncena, hasta sus respectivas nuevas casas, en el barrio modelo San Francisco, de Zeballos Cué. Un emprendimiento del Gobierno nacional, financiado a través de la ITAIPU Binacional.

Desde tempranas horas; hombres, mujeres, personas de la tercera edad y niños, apilonaron sus escasas pertenencias frente a sus precarias viviendas de madera, para que unos 130 voluntarios, de diversas entidades estatales y ciudadanos de a pie, los ayudarán a cargarlas en los siete camiones disponibles, de la Secretaría de Emergencia Nacional y las Fuerzas Armadas de la Nación. La amplia logística desplegada, también incluyó servicios de salud y seguridad a lo largo del trayecto hasta Zeballos Cué.

Además, se puso a disposición de las familias dos ómnibus cómodos de pasajeros, y con aire acondicionado, para el viaje con destino hacia una nueva vida, la que iniciarán en el barrio que nació inspirado en la visita del Papa Francisco a nuestro país, en julio de 2015. Y como respuesta definitiva, de parte del Gobierno, a un problema social histórico, el de los damnificados por las inundaciones, que debían abandonar sus casas con cada subida del río Paraguay.

Comité de bienvenida

Los trabajadores sociales de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat – SENAVITAT y de la Organización Hábitat para la Humanidad, así como empleados de la Dirección de Coordinación de la ITAIPU Binacional, formaron parte de la organización, en este día anhelado por todos los beneficiarios del proyecto habitacional inédito, ideado y ejecutado con fondos de la ITAIPU Binacional.

“Hoy es un día que voy a recordar siempre”, dijo con una amplia sonrisa doña Irene Flor Domínguez, de 70 años, la nueva residente del Barrio San Francisco. Fue la más fotografiada y asediada por la prensa, por su pintoresca apariencia, adornada con un espíritu enérgico y entusiasta.

Un hombre presuroso abandonaba su vivienda, con su loro enjaulado en la mano, y con pícara risa decía -“vamos a nuestra nueva casa”-, dirigiéndose a las cámaras (fotográficas y de filmación) de los medios de prensa que realizaron una amplia cobertura del histórico suceso.

Con las mascotas

Al otro lado de la calle, una familia intentaba tranquilizar a su perro, que no comprendía muy bien todo el movimiento de objetos y personas, hasta que lograron tranquilizarlo y meterlo en una de las camionetas de la Secretaría de Emergencia Nacional, que lo trasladó finalmente hasta el nuevo hogar de sus dueños.

Colchones, roperos, cocinas, ropas y juguetes, embalados en bolsas negras, con la inscripción del nombre y apellido de cada jefe de familia, formaban parte del panorama que presentaba esta mañana la zona Refugio.

“Chau Refugio”, gritaban algunos, agitando la mano al viento cuando se iniciaba el viaje rumbo a Zeballos Cué.

Mientras tanto, doña Irene, la protagonista de la mudanza, por sus ocurrentes salidas, decía entre risas: “Ya no voy más a escuchar el “pliqui” cuando ponga mis pies en el piso”, aludiendo al ruido que hacía con sus chancletas cuando posaba el pie al levantarse de la cama, luego de una gran lluvia, que inundaba su precaria vivienda.

Familias emocionadas

La caravana llegó alrededor de las 10:30 al nuevo barrio; los felices residentes, emocionados, comenzaron a bajar sus pertenencias de los camiones para ubicarlas en sus respectivos hogares.

Alrededor de las 11:00, el presidente de la República, Horacio Cartes, acompañado del director general paraguayo de la ITAIPU Binacional, James Spalding; y de ministros del Gabinete, compartieron con las familias beneficiadas un ameno encuentro, que sirvió de bienvenida oficial.