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Itaipu, el cimiento de desarrollo del Paraguay
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27/04/2015

Al cumplirse 42 años de la firma del Tratado de Itaipu Binacional se reafirma que la construcción de esta hidroeléctrica generó un gran crecimiento y desarrollo del Paraguay. Empleados entrevistados por el DIE recuerdan que el impacto económico se observó desde el primer día de la construcción y, a 42 años, constituye el verdadero cimiento de desarrollo económico y social del Paraguay.

Compartimos la opinión de algunos profesionales que forman parte del plantel de la empresa.

“Paraguay dio un gran salto con la creación de la Itaipu”

Pablo Villalba López, es otro antiguo empleado de Itaipu Binacional, el mismo gentilmente accedió a compartir con los lectores del DIE sus recuerdos, al cumplirse 42 años de la firma del Tratado Binacional.

Pablo Villalba, actualmente en la Dirección Técnica de la entidad recordó sus inicios en Itaipu, vínculo que se dio en 1978 -según rememora- gracias a un amigo que ya trabajaba en la empresa.

“En aquel entonces yo trabajada en el MAG (ministerio de Agricultura), solicité permiso y me incorporé en la empresa como contratado, tras idas y venidas gracias a Dios fui incorporado para formar parte de la gran familia de ITAIPU BINACIONAL. Desde ese entonces, hoy con 36 años en la empresa estoy muy orgulloso como paraguayo de trabajar en esta majestuosa obra de Ingeniería”.

Pablo también nos contó cómo estaba el Paraguay antes de la construcción de la mayor hidroeléctrica en generación de energía limpia y renovable del mundo.

“Todos los paraguayos sabemos que en esa época era muy difícil vivir en nuestro país, muchos compatriotas tenían que migrar a otros países en busca de oportunidades, pues el Paraguay prácticamente no tenía oportunidades que ofrecer a sus ciudadanos. Pero en el año 1974, luego del comienzo de la construcción de esta gran obra que es ITAIPU BINACIONAL -y que compartimos con nuestros hermanos brasileños- yo pienso que el país dio un salto muy grande, pues gracias a este emprendimiento el Paraguay de hoy es totalmente diferente al de aquella época, ya que hoy somos un país de oportunidades para todos”.

Definitivamente, el impacto económico que representó la creación de Itaipu Binacional, es trascendental para el Paraguay, resaltó Pablo. “ITAIPU, en mi opinión, despertó la economía en nuestro país, pues hoy tenemos un crecimiento económico que marca la diferencia, con oportunidades para todos los paraguayos e inclusive para extranjeros que quieran invertir en nuestro querido Paraguay”, resaltó.

“Ni quiero imaginar lo que el Paraguay de hoy sería sin ITAIPU, pues seriamos seguramente un país sin oportunidades, sin desarrollo y mucho menos de crecimiento económico, y sin mucho que ofrecer a sus habitantes”, agregó.

Pablo Villalba asegura que no pasa un día sin agradecer al Dios por la oportunidad y bendición de pertenecer a esta gran familia que es la Itaipu. “Quiero también aprovechar esta oportunidad de la entrevista para agradecer a mis compañeros y a los gerentes de la Dirección Técnica, por el apoyo incondicional me brindan para el desarrollo de mis labores en la empresa”, puntualizó.

Ingeniero Jose Bozzano

El ING. Jose Bozzano se incorporó a la gran familia de Itaipu en 1980, poco después de graduarse de la Universidad, a través de una oferta laboral publicada en el diario ABC Color.

Inicialmente declinó el ofrecimiento ya que era un condicionante del trabajo mudarse a Ciudad Presidente Stroessner, pero luego decidió sumarse a la gran aventura de la cantera de obras de Itaipu.

A su parecer, el impacto de las obras en la capital paranaense tuvo un carácter revolucionario, rápidamente la panorámica fue cambiando de zona rural a casco urbano, mediante las rutas y áreas construidas.

Asimismo, ese efecto se propagó al resto del país, primero de forma indirecta inyectando capital en las empresas paraguayas expandiendo la industria de la construcción y generando más de 25 mil fuentes de trabajo.

El Ing. Bozzano comentó que si bien es difícil imaginar que hubiera pasado con Paraguay sin Itaipu, pero si se puede decir que hay un antes y un después en el país tras la construcción de la Central Hidroeléctrica.

Por último agregó que a pesar de las criticas y los desaciertos, la empresa se ha destacado durante sus 42 años de existencia como pionera en el desarrollo todas las áreas que le concierne social y técnicamente.

Sin Itaipu, la posibilidad de desarrollo sería muy limitada

Ricardo Molinas llegó casi fortuitamente a la empresa en la década de los ‘80. Iniciaba su carrera de Ingeniería cuando un grupo de alumnos le pidieron que les enseñe Matemáticas. Lo hizo en una sala del Colegio del Area 1 donde sus propios alumnos le sugirieron participar del concurso que estaba convocando la Itaipu Binacional. Lo hizo y obtuvo el mayor puntaje. A instancia de un pariente viajó al Brasil para el curso en Furnas y así recibió capacitación sobre el funcionamiento de varias usinas.

Recuerda que la situación en la empresa no era tan beneficiosa como ahora, tal es así que los comerciantes, bancarios y vendedores de Ciudad de Este ganaban mejor que los empleados de la entidad “muchos dejaron la empresa pero los que sobrevivimos hoy vemos la diferencia”, refiere.

Molinas enfatiza que no existe comparación alguna entre lo que era el Paraguay en aquellas décadas y lo que es, mediante la construcción de la hidroeléctrica sobre el Río Paraná. “Es categórico que existe un antes y un después de Itaipu”, remarca.

Solo para mencionar el impacto económico que tuvo, primero sobre la región del Este del Paraguay la construcción de Itaipu y luego sobre todo el país, Molinas pone en relieve las grandes empresas constructoras del país que nacieron con la construcción de la usina.

Desde otra perspectiva analiza hoy lo que hubiera sido Paraguay sin Itaipu. “Si dependiéramos solo de la producción agrícola y si la energía fuese con fuente de hidrocarburo, las posibilidades de desarrollo sería muy limitadas; sin embargo, la energía es una fuente continua que ofrece infinidad de opciones para la industrialización y el progreso del país”.

A propósito recordó que el concepto de Itaipu es la generación de riqueza y desarrollo del país.

En cuanto al mayor desafío de los administradores actuales de la entidad es planificar el futuro de la empresa “para nosotros será un gran aporte dejar las máquinas en perfecto estado para seguir generando energía limpia y renovable para el desarrollo del Paraguay, así que estamos encarando la actualización y modernización de la tecnología que nos posibilita el mantenimiento y optimización de las máquinas”, refirió.

Asegura que mediante esta energía el Paraguay está calificado a nivel mundial como un país que pueda recibir las inversiones “tal vez lo único que falte es mayor gestión de nuestras autoridades y mejor capacitación de nuestro recurso humano para garantizar un desarrollo sustentable”.

Finalmente se declaró a favor de los concursos para la selección del personal para la entidad considerando la alta responsabilidad del manejo de los recursos de una empresa y el compromiso que se acerca para el 2013, cuando se tenga que renegociar la administración de la empresa.

Mucho más que generación de energía

Edgar Azucas, de la Dirección Financiera, nos da su testimonio acerca de lo que representa la Itaipu para el país. Incorporado a la Itaipu en el año 1987, al año de haber culminado sus estudios universitarios.

“Fui entrevistado en la ANDE pero ese proceso tardó un poco y en ese ínterin, un amigo me avisa que en la Itaipu estaban buscando personal. Entonces me presenté, me tomaron unos exámenes e ingresé al cuadro de empleados de la entidad en octubre de 1987”.

Originalmente, Edgar Azucas se incorporó a la Dirección Administrativa, donde desarrolló gran parte de su carrera, hasta que en diciembre del año 2008, pasa a formar parte del grupo humano de la Dirección Financiera.

Para Azucas, la situación del país, antes de la generación de energía, las posibilidades de desarrollo y crecimiento del Paraguay eran muy reducidas. “La generación de energía y todo lo que conlleva el accionar de la Itaipu en el Paraguay, abrió muchísimas oportunidades, muchos frentes de desarrollo para el país y eso ocurre hasta hoy.

Resaltó que, para los compañeros que hace tiempo están en la entidad, la Itaipu no es solo generación de energía. “La Itaipu hace mucho más que generar energía. Ese involucramiento que tiene con las zonas aledañas, esa posición social, hacen que al hablar de la Itaipu, se hable realmente de una serie de iniciativas muy importantes para el Paraguay”.

Consultado por el impacto económico que generó la entidad, Edgar Azucas considera que aún nos encontramos en una etapa de despegue, en lo que se refiere a posibilidades y a la utilización de la energía de la Itaipu.

Añadió que en la actualidad “estamos con un aprovechamiento muy vinculado al crecimiento vegetativo de la población, incursiones de algunas empresas. Creo que la potencialidad que tiene la generación de energía es fantástica y todavía no la estamos aprovechando, como tiene que ser”.

Expresó que su deseo es que “las generaciones venideras hagan cosas concretas. Estamos con discursos que han cambiado muy poco, seguimos con muchos inconvenientes en el tema energético, tenemos mucha energía, nuestro problema es la transmisión”, mencionó.

Dijo que imaginarse como estaría el país sin la Itaipu, “resulta muy difícil y creo que, para mucha gente, la que criticó la construcción de la represa de la Itaipu, y que hoy día está beneficiada directamente por la empresa, es difícil”.

Remarcó que la “la Itaipu es una herramienta muy valiosa para el país, que puede potenciar muchísimo el bienestar de todos los paraguayos. Imaginar el Paraguay sin la Itaipu es imposible. Soy un hombre muy imaginativo y me falta imaginación para creer y pensar en un Paraguay sin la Itaipu”, concluyó.