La Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (SENAVITAT) y la ITAIPU Binacional, socializaron el proyecto del futuro Barrio San Francisco, durante un encuentro realizado con comunicadores de diferentes medios de prensa.

La ministra de la SENAVITAT, Soledad Núñez, y los representantes de la Dirección de Coordinación, Norman Breuer y Juan Manuel Vass, respectivamente, abordaron los puntos centrales del futuro Barrio San Francisco, en Zeballos Cué, en un encuentro con los medios de prensa.

La secretaria de Estado afirmó que el proyecto del Barrio San Francisco es una respuesta concreta del Gobierno Nacional, que es un proyecto único en la historia del país, por lo que representa en sí la creación de nuevos modelos de ciudades.

Puntualizó que el proyecto nace de la necesidad de brindar soluciones definitivas, a familias en situación vulnerable.

Soledad Núñez.

“Cerca del 20% de la población asuncena vive en la zona de los bañados y es una realidad que data de décadas atrás. Y, a raíz de la crecida del río, se visibilizó aún más en los últimos años y hoy vemos los síntomas, por la ocupación de espacios públicos, por los refugios y las familias que habitan de manera precaria. Para el presidente de la República, desde el día número uno de su Gobierno, la prioridad es dar una solución a este problema social”, explicó la ministra.

Destacó que para desarrollar un modelo urbano sostenible en la ciudad se debe afrontar la pobreza y la desigualdad, y, evaluados territorialmente, los bolsones de pobreza se concentran en la zona de los bañados. “Se evaluaron varias alternativas de proyectos.

Estamos trabajando en varios frentes, dentro del Gobierno Nacional, en el bañado Sur, Norte y Central”, acotó.

Recordó que cuando el presidente de la República convocó a las autoridades de la Fuerzas Armadas de la Nación, para evaluar las alternativas que existen en cuanto a las propiedades en manos del Ministerio de Defensa, una de las alternativas fue el terreno que fue seleccionado para el proyecto: el de RC4.

“Se evaluaron varias alternativas de terrenos. Uno de ellos es el terreno de 13 hectáreas de San Blas, próximo al aeropuerto y el mismo no se puede aprovechar más del 50%, porque atraviesa un cauce de agua por la propiedad y la capa freática es alta. Se vieron otros también, pero tampoco fueron viables y se llegó al terreno del RC4”, comentó.

Mencionó que, en el predio seleccionado de 23 hectáreas de RC4, no existe ningún tipo de bosque, ni vegetación espesa, y que además es apto para la extensión organizada y natural, fortaleciendo a la comunidad de Zeballos Cué.

“San Francisco no sólo será un proyecto de viviendas y reasentamiento de familias, sino será un proyecto que contempla el desarrollo social, evitando la formación de guetos. Más del 75% del predio a ser intervenido está destinado para vías públicas, calles, espacios públicos y áreas comunitarias”, agregó.

Puntualizó que el proyecto, independientemente de beneficiar a 1.000 familias (alrededor de 6 mil personas), también es un impacto positivo para la comunidad zeballense y para toda Asunción. Resaltó que la integración de familias también se dará mediante la escuela y colegio técnico, que tendrán el barrio San Francisco y su entorno.

Edificios con techos verdes

Juan Manuel Vass.

Juan Manuel Vass, de la Superintendencia de Obras de la ITAIPU, detalló que los componentes habitacionales del Barrio San Francisco se dividen en dos: 888 departamentos, distribuidos en 78 monobloques, que estarán ubicados en el centro del predio, y 112 viviendas unifamiliares, construido en los laterales. Cada departamento tendrá una dimensión de 65 m2 y las casas 55 m2. Los departamentos tendrán 2 dormitorios, un baño, cocina-comedor, sala, área de lavandería y balcón. Las casas también tendrán dos habitaciones, baño, cocina, comedor, sala, área de lavandería y un pequeño patio.

Entre las innovaciones que presentará el Barrio San Francisco, están: las calles compartidas, bici sendas, corazón de manzanas.

También se está proyectando el techo verde (azoteas cubiertas de vegetación) para la escuela y colegio técnico que tendrá la nueva comunidad, iluminación led de primera y sistema de distribución subterráneo, paisajismo, guarderías, unidad de salud familiar, subcomisaria, mejoramiento del servicio de trasporte, áreas deportivas. Además, contará con planta de alcantarillado sanitario, planta de tratamiento de efluentes, desagüe pluvial.

En cuanto a los materiales a ser utilizados, Vass comentó que los edificios serán construidos con hormigón celular, que es un producto sólido y, con ello, extremadamente resistente y aislante térmico y de sonido.

En tanto, las casas serán construidas de manera tradicional. De ladrillos, techos de tejuelón y tejas. Sólo los tirantes serán de hormigón, para evitar usar madera, por una cuestión ambiental.

Árboles de valor ambiental

Norman Breuer.

En materia ambiental, el doctor Norman Breuer habló sobre los impactos ambientales del barrio San francisco, que, precisamente, es uno de los puntos de dilatación, a nivel político, para el inicio de las obras.

Sobre el punto, recalcó que se realizó el estudio de impacto ambiental a cargo de Juan Francisco Facetti, trabajo al cual consideró monumental, por los detalles existentes en el informe, como así también la realización de audiencias públicas.

“La zona donde se construirán las casas no es boscosa, no se tocará ningún pulmón verde, ni la zona de amortiguamiento del Jardín Botánico. Si hablamos de impactos negativos, serían irrelevantes, como ser polvo y movimiento de máquinas y compactación de suelo para la construcción de las 1.000 viviendas. En cuanto a impactos biológicos, es casi nula”, afirmó.

Enfatizó que los pocos árboles existentes en la zona de afectación fueron censados y georeferenciados. “La ley exige que se levante información de todos los árboles de más de 15 centímetros, nosotros hicimos desde los 5 cm para arriba. Hay árboles exóticos de bajo valor ambiental. Si eventualmente son tocados algunos, la ley dice que se debe plantar 10 árboles por cada uno, la ITAIPU va a plantar 40, aunque la idea es llegar a plantar 6.000 árboles”, afirmó.

Enfatizó que, en la zona, de una sola vez, ya fueron plantados más de 800 árboles de especies nativas, de alto valor ambiental, entre ellos el jatayva.

El barrio San Francisco también tendrá otro aspecto positivo a nivel ambiental, especialmente sobre el cambio climático. “Al plantar 6.000 árboles se estará limpiando la atmósfera, secuestrando carbono y produciendo oxígeno. Cómo así también potenciará la presencia de aves en la zona”, concluyó.