La Navidad 2017 será mejor, que cualquier otro año, en la vida de los nuevos residentes del Barrio modelo “San Francisco”. Será una celebración en familia, bajo un techo nuevo, un hogar nuevo, una vida nueva.

Emoción sin límites y gran confianza en el futuro, fueron las reacciones más vistas, hoy, en cada una de las personas que fueron protagonistas en la histórica mudanza, desde la ribera indomable hasta el Barrio San Francisco, ubicado en Zeballos Cué.

Felipa Báez, la que elabora las empanadas más deliciosas de Asunción, fue una de las nuevas residentes del Barrio San Francisco, que pasará una Navidad especial, en su nuevo hogar.

Ataviada con sus mejores prendas, y con un peinado acorde a la ocasión, Felipa recibió, de la mano del presidente de la República, Horacio Cartes, las llaves de su casa. Minutos antes, en el Salón Multiuso, participó en el escenario de un encuentro más cercano con las autoridades.

“El presidente Cartes se acordó de las ricas empanadas y me felicitó por mi nueva casa”, dijo muy emocionada.

Un cambio radical

Aseguró que este inmenso beneficio social le agarró de sorpresa, porque no se esperaba este cambio tan radical en su sacrificada vida.

“Ahora me tengo que ir a sacar mis cosas del camión. Estoy feliz, inexplicable; no tengo palabras, no encuentro palabras para expresar a la gente la emoción que tengo”, dijo sonriente, Felipa.

María del Carmen Vargas se mudará el viernes, desde la zona Refugio, pero igual participó de la alegría de sus vecinos, hoy, en la primera tanda de mudanzas. “Todavía no vi mi casa. Estoy muy emocionada, mis vecinos se mudaron, vi felicidad en sus rostros”, confesó.

Gran emoción

María Guillermina Cabrera, también de la zona Refugio, se mudó hoy, y expresó su enorme emoción.

“De toda esta alegría que tengo no sé ni qué decir, tengo 4 hijos, y 20 años viviendo en la ribera”, comentó.

Aseguró que esta nueva vida representa una gran oportunidad para sus hijos. “Van a salir adelante mis chicos, van a poder mejorar; tenemos todo cerca, la escuela, la guardería, la Iglesia”, afirmó sonriente.

“Se me borró lo de antes”

Y como no podía faltar, la reacción de doña Irene Flor Domínguez, de 70 años, quien también recibió el saludo personal del presidente de la República, Horacio Cartes, durante el acto realizado en el Salón Multiuso.

“El presidente me dijo que se puso contento, porque sabe que yo rezo por él”, reveló la abuelita.

Aseguró estar “contentísima” y que casi nada recordará de su anterior vida. “Se me borró lo de antes; ahora lo que tengo en mi mente es solo alegría. Desde hace tiempo que soñaba estar en mi casa”, refirió.

Mario Rodríguez es un trabajador social de la SENAVITAT, y hace dos años que conoce a Doña Irene. Hoy, durante el proceso de mudanza y arribo al nuevo hogar, estaba más emocionado que la propia nueva residente del Barrio San Francisco.

“Cuando hicimos el censo, doña Irene siempre estuvo muy decidida a optar por el Barrio San Francisco, había otras opciones en la SENAVITAT, pero ella quería estar aquí”, indicó.

Luego, se acordó del relato de todas las dificultades por las que tuvo que atravesar la abuelita.

“Vivían en un barrio muy bajo, detrás mismo hay un esteral, y cuando llueve le entra todo el jugo de ese esteral, minado de suciedad y desechos. Y ella me decía, -a veces me levanto y ‘pliqui’ mi pie en el agua-”, narró Rodríguez.

Resaltó que admira el don de gente de la señora Irene. “Siempre nos trató como a sus propios hijos; es muy correcta, y muy solemne cuando habla. Siempre cuenta que ora por el equipo, y eso fortalece, porque recibimos el afecto de las personas”, concluyó.