Tener una visión adecuada del ambiente en que actúa la entidad;
Estar comprometido con la misión, estrategias, objetivos y metas de la entidad;
Destacarse no solo por su capacidad técnico profesional, pero también por su competencia gerencial;
Entender como una de sus principales funciones, la formación de substitutos y el desarrollo de personas;
Aplicar los recursos de la entidad de forma eficiente y austera;
Crear un ambiente de trabajo adecuado, donde imperen el respeto, la justicia, la honestidad, la disciplina y la eficiencia;
Rechazar la burocratización, lentitud del proceso decisorio, la ineficiencia operacional y la prevalencia de los medios sobre las finalidades de la entidad;
Reconocer la importancia de la participación y colaboración entre los diversos gerentes en la solución de problemas comunes;
Ser depositario de la confianza de la entidad y de sus subordinados, esforzándose para ser digno de esa confianza
Actualizarse permanentemente en relación a nuevas técnicas e instrumentos gerenciales.
