El Brasil tiene potencial pesquero como pocos países del mundo, por la cantidad de aguas marítimas y continentales, entre ellas los reservorios de hidroeléctricas, como el de Itaipú. La Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y Agricultura (FAO) reconoce este potencial, sustentando queBrasil tiene condiciones de, en pocas décadas, estar entre los mayores productores de pescado del mundo.

La creación de la Secretaria Especial de Acuicultura y Pesca de la Presidencia de la República (Seap) por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, luego del inicio de su primer mandato, demostró la importancia que el sector vendría a tener en su gobierno – posición que sería todavía más reforzado con la creación, en agosto de 2008, del Ministerio de la Pesca y Acuicultura. Y Itaipú, a partir de la innovación en su misión institucional, incorporó en el Cultivando Agua Buena las políticas públicas volcadas al sector, haciéndose inclusive referencia nacional en su implantación.

Actualmente, hay más de 850 pescadores residentes entre Foz do Iguaçu y Guaíra. A ellos se suman 130 familias con más de 600 indios, además de asentados de la reforma agraria, ribereños y pescadores aficionados. El embalse de Itaipú actualmente produce lrededor de 1.300 toneladas de pescado y es el más productivo de la cuenca del Paraná, con un potencial equivalente a la pesca artesanal en todo el Pantanal (1.200 toneladas, según Embrapa Pantanal).

Estudios recientes demuestran que para el 94% de los pescadores artesanales la renta mensual es inferior a dos salarios mínimos (un promedio de 1.5 salario mínimo, lo que equivale al promedio del Estado de Paraná). Sin embargo, la producción de la pesca artesanal está limitada por las condiciones ambientales naturales como la lluvia, la temperatura del agua, la producción primaria etc, con cualquier ecosistema acuático.

Es a partir de este contexto que Itaipú entendió la necesidad de la creación del proyecto  Más Peces en Nuestras Aguas, que, más allá de fortalecer la actividad de la pesca, fomenta la acuicultura por medio del cultivo sostenible por el sistema de tanque red. La iniciativa también busca aumentar el consumo. A pesar del gran potencial de Brasil en el sector, el país es importador de pescado y, así mismo, Brasileño come poco pescado: 9 kg/año, más bajo de la media mundial, que es de 16 kg/año. Por esto, la política pesquera del Gobierno Federal y de Itaipú preconiza no sólo “más peces en nuestras aguas”, si  no también “mas peces en la mesa de los brasileños”.

Así, surgió el proyecto que busca promover la inclusión social. Busca también proporcionar mejor calidad de vida  a los pescadores, asentados, pequeños productores y comunidades indígenas, aumentar la producción pesquera, promover el desarrollo sostenible de la acuicultura y piscicultura en la BP3, producir alimento con alto valor nutritivo, monitorear y conservar la biodiversidad.

Por medio del comité gestor – donde están representadas las principales entidades – se estableció un fórum en que las demandas se debaten de forma democrática y participativa. Participan las colonias y asociaciones de pescadores, Emater (Empresa Brasileña de Asistencia Técnica y Extensión Rural), IAP (Instituto Ambiental del Paraná), Ibama (Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables), Ministerio de Pesca y Acuicultura, Ministerio de Agricultura, Itaipú, universidades, sindicatos y alcaldías. La mayoría de las acciones se desarrolla de forma compartida mediante sociedades y convenios.

Para que los pescadores tengan mayor autonomía en el desarrollo de los cultivos de peces en tanque-red, una sociedad con la entonces Secretaria Especial de Acuicultura y Pesca de la Presidencia de la República, hoy Ministerio, resultó en el suministro de conjuntos de computadoras con impresoras y remolques con caja térmica para transporte de peces vivos, uno para cada una de las siete colonias de pescadores. Se desarrolló un programa de capacitación para más de 650 pescadores, esposas e hijos de esas colonias, además de la edición y distribución de más de 2.000 ejemplares de la cartilla Buenas Prácticas de Manejo en Acuicultura.

Buscando la protección de las márgenes, Itaipú formó una gran faja de preservación permanente en el entorno del reservorio. Para compatibilizar esta faja con la actividad pesquera, fue necesario obtener licencia del Ibama. Se licenciaron 63 puntos de pesca situados entre Foz do Iguaçu y Guaíra, que juntos atienden a más de 700 pescadores.

En una fase piloto, Itaipú dispuso para las colonias de pescadores más de 500 tanques red, alevinos y orientación técnica. Inicialmente participaron 200 pescadores, de los cuales muchos evolucionaron y adquirieron más tanques y autonomía en el cultivo.

Una sociedad entre Itaipú, colonias de pescadores y el Centro de Pesquisa en Acuicultura Ambiental del IAP resultó en la producción de más de 50.000 juveniles de pacú para poblar tanques red. Con esta producción, se atendió a pescadores, asentados y la aldea indígena del Ocoy. En atención a la solicitud de la Funai (Fundación Nacional del Indio) y de la comunidad indígena, se instalaron 40 tanques red en aquella aldea, que produce anualmente 12 toneladas de pescados, destinados a la mejora en la calidad alimentaria con autonomía en la producción.
 
Para que los pescadores tuviesen mejores condiciones de higiene al manipular el pescado, se adecuaron 15 puntos de pesca con módulo de uso colectivo. Las alcaldías participaron con la instalación de Red de Agua, en cuanto la energía eléctrica fue instalada por el programa Luz para Todos, del Gobierno Federal.

El pacú es la especie cultivada por los acuicultores, pero otras están siendo investigadas y probadas para producirlas. El pacú es un pez muy sabroso, todavía tiene muchas espinas en el filete. Buscando solucionar este problema para favorecer el consumo, Itaipú adquirió una máquina capaz de separar las espinas de la carne, con potencial de procesar 500 kg de pescado por hora.