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Responsabilidad Social
Amas de casa de Ciudad del Este realizan creativos trabajos
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05/09/2011

Un grupo de 15 mujeres pertenecientes a la organización “Agua y Vida” y a la Comunidad Cristiana de Base, del barrio San Roque de Ciudad del Este, culminó exitosamente el curso de reciclaje artesanal para amas de casa que desarrolla la División de Educación Ambiental de la Itaipu Binacional.

El curso se realizó en el local de la capilla de la comunidad y durante el acto de clausura, realizado el lunes 5 de setiembre, se llevó a cabo una exposición de los trabajos realizados, con una buena variedad de innovadoras creaciones.

Librada Arévalos de González, coordinadora de “Agua y Vida”, calificó de maravilloso el trabajo de las mujeres, quienes pudieron comprender que muchas cosas se puede hacer a partir del reciclaje.

Consideró que el logro es también muy importante para la comunidad porque servirá como una fuente de trabajo, con la cual se puede sustentar una familia.

“Es excelente lo que se produce a través de la mano de obra de las mujeres, muchas de ellas no pensaron en lo que se podría hacer y ahora aprendieron y se sintieron mucho mejor y más capaces, a parte de que son amas de casa trabajadoras, pudieron darse cuenta que pueden hacer mucho más”, manifestó Librada Arévalos.

Con la experiencia, las mujeres valoran la unidad y la organización y se sienten motivadas a buscar mercado para sus productos artesanales, al punto de que algunas iniciativas en tal sentido ya están por concretarse, como por ejemplo el contacto con empresas para la reventa de los materiales reciclados, según dijo. “También se nos acercó una señora que ya está queriendo llevar a la Argentina nuestros productos, en la Expo Mujer”, anunció.

“Estamos agradecidas a la Itaipu y los responsables del curso, por esta primera e importante presencia en nuestra comunidad, pues mediante este curso estamos aprendiendo muchas cosas, a trabajar en comunidad, en unidad y también sustentar una familia”, agregó al indicar que los directivos de Itaipu respondieron a un pedido de la comunidad donde hay mucho que hacer en el área de medio ambiente.

La organización social “Agua y Vida” fue creada hace cinco años y es la primera vez que ha encontrado apoyo en una institución como Itaipu Binacional, según refirió la coordinadora. El objetivo de esta organización es luchar por el derecho a la vida en todos los aspectos de los Derechos Humanos.

Margarita Domínguez, una de las participantes señaló que aprendieron bastante de reciclado durante el curso, al considerar que el mismo abre una fuente de trabajo alternativa para las amas de casa.

“Le agradecemos a la organización y con nuestro interés respondemos a la lucha y el sacrificio de la dirigencia, vamos a seguir en unidad y trabajando”, dijo.

Innovación en cuanto a producción

La consultora Malir Cristaldo, por su parte dijo que en este curso se pudo notar una vez más que siempre hay innovación en cuanto a la producción, a partir de la propia visión y creatividad de las mujeres. “Yo les doy algunas ideas, algunas demostraciones y de ahí las nuevas creaciones ya vienen departe de ellas”.

Consideró muy dinámico al grupo de mujeres del barrio San Roque, que realmente se interesó en implementar nuevas ideas, lo que posibilitó ampliar la variedad de productos artesanales como cortinas de plástico, carteras de cubiertas, además de escobas de plástico, asientos reciclados, basureros y sombreros ecológicos, alfombras, veladores, floreros y otros.

“Todos los trabajos son muy precisos, inclusive el grupo ya tiene pedidos y ya está preparando basureros ecológicos que posibilitará a las familias un ingreso económico”, expresó.

Se logró el objetivo con este grupo y el plan de trabajo de un año culmina positivamente con ocho grupos de mujeres, amas de casa, quienes se preparan para una exposición general para fines de este mes de setiembre, según anunció la instructora.

“Lo que más me sorprende es el dinamismo y la creatividad de las mujeres, a parte de eso, ellas, cuando vienen a trabajar conversan en grupo sobre los valores que ellas mismas tienen, lo que crea unidad y solidaridad”, dijo Daniela Irala Meza, fiscalizadora del proyecto.

Esto constituye un valor muy grande para la unidad en la comunidad y por otro lado, en el grupo existen mujeres, como Librada Arévalos, que motivan mucho a sus compañeras, además no faltó en ninguna de las jornadas de capacitación, conforme señaló

Alegó que esta formación emprendida dentro de una de las acciones de Educación Ambiental de Itaipu, queda instalada en la comunidad, mediante la capacitación y el conocimiento que asimilaron las asistentes. “Veo que es algo que impulsará a las mujeres a crear cosas lindas y la base de organización facilita muchísimo este tipo de iniciativas por parte de la entidad”, aseveró.

La fiscalizadora resaltó que los cursos avanzan en calidad y cantidad de la formación que se dio, porque en un año más de 200 mujeres de Alto Paraná y Canindeyú participaron de las capacitaciones y que las mismas ya están formadas en reciclaje artesanal.