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Responsabilidad Social
Becas de Itaipu: esperanza para jóvenes
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12/02/2015

La evaluación socioeconómica a los 560 preseleccionados a las Becas de Itaipu, de grado Universitario, convocatoria 2015; se realiza en todo el país. Según informaciones preliminares, casi todos los jóvenes están calificados para ser adjudicados, ya que son de escasos recursos. El DIE acompañó tres visitas en la ciudad de Coronel Oviedo.

 
Claudia M. Benítez Cañete  

Claudia Mabel Benítez Cañete (18) vive en Coronel Oviedo, tierra adentro de la ciudad. Se enteró de la convocatoria de Becas universitarias de Itaipu por la tele y, sin dudar un segundo, se fue a la Universidad Nacional de Caaguazú (UNCA) para inscribirse.

Su casa es bien alejada del centro de la ciudad, al responder al llamado de la ITAIPU, el vehículo que la transportaba se descompuso y como no quería perder la oportunidad, caminó varios kilómetros bajo el intenso sol.

Ni el calor, ni la larga caminata, ni el cansancio mermaron sus esperanzas de seguir sus estudios universitarios. Rindió las pruebas de Matemáticas y Lengua Castellana-Literatura, y comenzó la espera de saber si alcanzó o no el puntaje mínimo requerido.

“Me fui a la pesca con papá y me pasé revisando mi celular. Y vi mi número de cédula entre las preseleccionadas. Para mi fue una alegría inmensa”, recordó Claudia.

Comentó que fue muy buena alumna durante su época de colegio. A la par que estudiaba, en horas de la tarde, se dedicaba a limpiar casas ajenas, posteriormente, trabajó como niñera y ahora está sin empleo, porque su ex patrona viajó.

Sus padres tienen terminado el sexto grado, su mamá es ama de casa y su papá albañil. Del trabajo de construcción depende el ingreso familiar; hay semanas que tiene trabajo y otras no, especialmente en días de lluvia, por lo que pagar una carrera universitaria a su hija, simplemente les será imposible.

“Yo estoy feliz porque me están dando oportunidad de estudiar y salir adelante. Es muy costoso estudiar y terminar una carrera universitaria. Mi sueño es seguir Ingeniería Civil”, comentó.

La humilde vivienda familiar de Claudia fue evaluada por la trabajadora social, quien estuvo acompañada por una fiscalizadora de Itaipu. En este recorrido también participaron, el coordinador de la Unidad de Becas, Bruno Hug de Belmont y Deolinda Vallejos.

El primero de la familia

La convocatoria para la Becas de Itaipu - 2015, abarca no sólo a la promoción 2014 sino también al 2013, por lo que la posibilidad de que un joven, que ya esté cursando una carrera, y luego de pasar los requisitos previos del Programa de Becas de Itaipu (promedio de calificación, pasar las pruebas de Matemáticas y Lengua Castellana y ser de escasos recursos), también podía postularse.

Tal es el caso de Francisco Javier Alcaraz, estudiante del primer año de Ingeniería Electromecánica en la UNA de San Lorenzo. Su papá, Ramón Alcaraz y su esposa, recibieron la visita de la trabajadora social.

“Mi hijo no está ahora. Está en Asunción, casi no viene porque el pasaje es caro. Él es mi primer hijo que está en la universidad. Desde chico fue diferente a todos sus hermanos, jamás nos trajo problemas porque siempre fue estudioso”, comentó orgulloso.

Don Ramón vende helados sobre una vieja moto. Antes tenía una pequeña fábrica, pero una de las máquinas se averío y la competencia de las grandes heladerías es grande, así que terminó cerrando su negocio.

“Mi hijo es brillante y es un honor para la familia que esté en la facultad. Me duele no poder ayudarle más, porque también tengo tres hijos pequeños. Yo vendo helado y mi esposa es docente. Mediante el sueldo de ella, estamos sobreviviendo”, contó don Ramón.

Para este humilde trabajador, la beca de Itaipu es fundamental para que su hijo termine la carrera universitaria.

Nunca tuvo una computadora

Pedro Fernández Portillo ya se encuentra estudiando Ingeniería en Informática en la UNCA. Durante la visita de la trabajadora social no estuvo, ya que está aprovechando sus vacaciones para hacer algún que otro trabajo y juntar un poco dinero.

Este joven es experto en informática, pero hasta ahora no tiene computadora en su humilde hogar. Pero ¿cómo pudo optar por esta carrera, sin tener siquiera un equipo informático?

Su papá, Valdovino Fernández, contó que en el colegio tenía clases de Informática y fue así que tuvo contacto con esa tecnología.

“Mi hijo salió muy inteligente. Con mi esposa no sabemos ni qué es una computadora. Nosotros no tenemos casa propia, somos caseros. El es nuestra esperanza, al igual que las becas de Itaipu”, contó don Valdovino, que se dedica al rubro de albañilería y su esposa hace crochet.

Alta expectativa

 
Bruno Hug De Belmont  

El coordinador de la Unidad de Becas de Itaipu, Bruno Hug De Belmont, destacó el trabajo encomiable realizado por los trabajadores sociales y los fiscalizadores de la entidad, quienes actualmente están recorriendo el país para realizar la evaluación socioeconómica.

“Esta es la última etapa previa a la adjudicación del certificado de Becas. Tenemos 560 preseleccionados para las becas universitarias, la visita comenzó el 6 de febrero y estaría concluyendo este 20. Las informaciones preliminares, que ya tenemos, es que la mayoría son de escasos recursos y merecedores de las becas”, señaló Hug De Belmont.

El acto de entrega de certificación de las becas universitarias está fijado para este 26 de febrero, en el litoral del Palacio de Gobierno.