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Medio Ambiente
Calidad de agua, batimetría y medición de caudal fueron los temas abordados por Itaipu
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08/03/2012

El III Congreso Paraguayo de Recursos Hídricos contó con la participación de connotados expositores de la Itaipu Binacional, quienes aportaron conocimientos técnicos, con equipos de última generación en materia de estudio de calidad de agua en el embalse, batimetría y medición de caudal. La actividad se llevó a cabo, el miércoles 7 de marzo, en la Universidad Nacional de Itapúa, en Encarnación.
  
José Luis Hermosa, ingeniero del Departamento de Embalse y Áreas Protegidas de la Superintendencia de Gestión Ambiental de la Itaipu, explicó que los estudios de calidad de agua responden a una necesidad de contar con información permanentemente actualizada que ayude a orientar las decisiones de gestión de la cuenca hidrográfica del embalse de Itaipu, para asegurar la sustentabilidad del aprovechamiento del mismo.

Aseguró que para ello se tienen en cuenta aspectos vinculados a: la generación de energía en la Central Hidroeléctrica de Itaipu; el uso múltiple del agua de interés social, económico y de salud pública; el mantenimiento de este recurso estratégico para el presente y el futuro de Paraguay y Brasil; la valorización de los recursos asociados al embalse y la optimización de su aprovechamiento; la imagen institucional de la Itaipu Binacional; la creciente importancia de la problemática ambiental a nivel mundial; la valorización de la información ambiental ante la opinión pública nacional e internacional y el interés de la Itaipu Binacional en el desarrollo de la región en consonancia con el respeto hacia el medio ambiente, así como el compromiso que tiene con las generaciones futuras, entre otros aspectos.

Recalcó que los estudios de calidad de agua en el embalse de la Itaipu comenzaron desde antes de la formación del embalse, cuando este último aún formaba parte del Río Paraná, con el objetivo de conocer las propiedades y características del agua, así como además, prever lo que podría acontecer con la formación del embalse.

Indicó que una vez conformado el embalse, desde hace tres décadas, se realiza monitoreos constantes para determinar en qué condiciones se encuentra el cuerpo de agua, ya que el vital líquido es un bien que tiene múltiples usos e importancias y por sobre todas las cosas tiene la misión de preservar la vida humana. Señaló que además es de gran utilidad para otros usos técnicos y económicos tales como, abastecimiento público, producción, transporte, entre otras cosas.

Hermosa recalcó que la Itaipu Binacional mantiene programas de monitoreo permanente en el cual se accede a informaciones bien actualizadas sobre la calidad del agua.

Obtención de resultados

Para obtener resultados de calidad del agua, José Luis Hermosa explicó que se realizan muestreos y análisis del vital líquido, evaluando los resultados obtenidos a fin de poder clasificar las condiciones de calidad que poseen las mismas.

Manifestó que todo cuerpo de agua con característica de embalse o lago, tienden a degradarse, por lo que dependen netamente de las actividades que se realizan en la cuenca para que ese tiempo de degradación se prolongue o se acelere.

“Tiene que existir un ordenamiento en el uso de la Cuenca, así como las condiciones necesarias para que las actividades productivas no impacten sobre el cuerpo del agua, ya que el lago o embalse es el recibe toda el agua que pasa por su cuenca, entonces se convierte en un receptáculo de todos los materiales y energías dentro de esa áreaTodo esto es un proceso dinámico sobre el que se tiene que ejercer control”, indicó.

El monitoreo de calidad de agua brinda un informe de las actividades antrópicas de producción y de todas las acciones realizadas en la cuenca, según manifestó el ingeniero, quien puntualizó que el objetivo es registrar y adquirir las herramientas necesarias para prever las tendencias dentro de la calidad de agua del embalse, a fin de detectar las situaciones indeseables. “Estos estudios dan una herramienta a los gestores de la  cuenca para que se pueda ordenar y planificar el uso, y corregir situaciones no apropiadas. El agua es la materia prima básica de la generación de energía, entonces es de interés de la entidad que se mantenga el mayor tiempo posible en buenas condiciones”, concluyó.

Batimetría y Medición de Caudal

Paulo Gamaro, ingeniero de la División de Operación del área de Hidrología de la Itaipu Binacional, expuso sobre la Batimetría y Medición de Caudal.

Al respecto manifestó que la Batimetría es el estudio de la profundidad de los ríos, que muestra el relieve del fondo del agua y que puede también dar información adicional de navegación en superficie.

Explicó que la medición de caudal consiste en una medición de velocidad del agua y los volúmenes que pasan en las sesiones, los cuales se determinan en un instante dentro del embalse de Itaipu, gracias a las herramientas de última generación que posee la entidad.

“Nosotros tenemos que hacer un análisis del área hidrometeorológica de Itaipu para conocer qué cantidad de agua llega a la usina para la producción de energía”, expresó Gamaro.

Para la obtención de caudales, el experto manifestó que se realiza mediciones para lo cual utiliza la Batimetría, ya que los caudales son producto de la velocidad de las aguas y para ello también se debe medir la profundidad.

“Nosotros tenemos una Cuenca afluente a Itaipu y tenemos en ella puestos hidrometereológicos. Cada uno de esos puestos al medir el caudal establece una relación con el nivel del agua, y todo los días, cuando esos datos llegan a Itaipu se hacen un cálculo para saber qué cantidad de agua está llegando al observatorio de Itaipu. Entonces se sabe cuanto de energía se puede producir en aquel día por la cantidad de agua que está llegando”, explicó.

Manifestó también que si existe una gran cantidad de agua que llega al observatorio y se abre el vertedero para que no existan problemas con la seguridad de la empresa.

Herramientas modernas
  
En cuanto a las herramientas utilizadas, Gamaro manifestó que la Itaipu utiliza herramientas sofisticadas para las mediciones, las cuales son las mediciones con ultra sonidos.

“Los equipos tradicionales tienen que bajar en el agua, y la embarcación debe parar en el medio del río para que el instrumento mida la velocidad y la profundidad del agua”, señaló Gamaro, quien recalcó que con el ultrasonido sólo se hace el desplazamiento de una maquina a otra, donde el equipo mide hasta llegar a la margen opuesta. Mencionó que mediante una computadora ya se conoce la profundidad y velocidad del caudal.

“Una medición tradicional nos toma los ríos medios dos a tres horas,  la entrada al observatorio de ocho a nueve horas. Con un equipo acústico medimos en dos horas la entrada de Itaipu y en 15 minutos los ríos medios”, concluyó.