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Responsabilidad Social
Comitiva de Itaipu visita clínica para enfermos terminales
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07/01/2014

La comitiva de autoridades de Itaipu Binacional realizó un recorrido por las principales obras, -apoyadas por la entidad-, enmarcadas en el proyecto de Promoción y Salud, impulsado por el sacerdote Aldo Trento.

Comitiva de autoridades de la Itaipu Binacional en compañía del padre Aldo Trento.

A fin de apreciar los alcances de gran impacto social, gracias al aporte de la Itaipu Binacional, las autoridades de la entidad recorrieron las instalaciones de la clínica para enfermos terminales y otros hogares que forman parte de la Fundación San Rafael.

Mediante convenio firmado, la entidad binacional contribuyó a la materialización de una clínica de primer nivel con los equipamientos necesarios.

Entre las acciones realizadas se destacan la construcción edilicia, aberturas exteriores e interiores, instalaciones eléctricas, equipamientos de aire acondicionado y otras obras. Así también fueron financiadas la compra de muebles, blanquería, cocina centralizada y satélites, informática, equipamiento de baños, prevención de incendios, equipamientos médicos, entre otros.

Cabe resaltar que, para la adquisición de los muebles se recurrió a la Asociación Virgen de Caacupé, con sede en Itauguá. Este centro ofrece la oportunidad a jóvenes que cometieron delitos para reinsertarse en la sociedad por medio del aprendizaje de una profesión.

Del recorrido participaron el director general, James Spalding; el director de coordinación ejecutivo, Pedro Domaniczky; el director administrativo ejecutivo, Carlos París y el director financiero, Miguel Ángel Gómez.

Fundación San Rafael

Detrás de la clínica para enfermos terminales San Ricardo Pampuri, la escuela Pa´i Alberto, el Centro de Ayuda a la Vida, así como la Casita de Belén, una granja para enfermos de sida y un hogar que alberga a niños huérfanos o de madres solteras, -instituciones que engloban la Fundación San Rafael-, está la figura del padre Aldo Trento, quien llegó a Paraguay, procedente de Italia, hace casi 21 años.

 

En reconocimiento a su labor a favor de las personas más necesitadas, la Junta Municipal de Asunción le otorgó en el 2008, la distinción de Ciudadano Ilustre.

El proyecto de promoción y salud, impulsada por el padre Trento engloba obras de gran contenido social, tal es la clínica San Ricardo Pampuri, que funciona en el predio de la parroquia San Rafael, que apunta a mejorar la dignificación de la vida de los enfermos terminales, así como brindar una atención adecuada a los niños y adultos mayores.

Cabe resaltar un factor primordial en la dinámica de acción de estas instituciones solidarias: la importancia del abrazo.

El padre Trento promueve la importancia del abrazo como un componente humano que se ofrece a las personas desamparadas. El abrazo simboliza esa atención a las personas en situaciones vulnerables, ya sea en la extrema pobreza, enfermos terminales o abandonados por sus familiares.

“Buscamos que el recurso de Itaipu sea bien utilizado”

El director financiero de Itaipu, Miguel Ángel Gómez, resaltó la trayectoria del padre Aldo Trento y valoró el emprendimiento liderado en beneficio de los más necesitados.

 Miguel Ángel Gómez

“Realizamos una visita para conocer la obra directamente, visitamos a los enfermos, las escuelas con bibliotecas hermosas y el colegio politécnico. El padre Trento está a cargo de una clínica para enfermos terminales. Es un lugar donde reciben a personas desahuciadas, enfermas, abandonadas, con cáncer, tiradas en las calles, enfermas de sida o con discapacidades, quienes ya no son recibidas por nadie, entonces ellos le dan un hogar donde pueden tener una muerte digna”, explicó Gómez.

Resaltó que actualmente la clínica está posicionada como una de las mejores de la ciudad, respecto a la limpieza, orden y equipamientos, además de brindar esa contención a los enfermos en su lecho de muerte.

“El lema del padre Trento es: ¿Por qué los pobres tienen que morir tan miserablemente, por qué no pueden morir como una persona digna?. Por lo que están abocados a brindarles una muerte digna, tanto en el aspecto físico con los cuidados requeridos, como en el orden espiritual”, comentó.

 

Uno de los testimonios más fuertes que les toco escuchar a la comitiva fue la historia de la composición musical “Morir cantando”, de quien en vida fue un enfermo terminal. La letra de la canción refleja el estado de armonía, paz y gozo de quien se encontraba en su última etapa de la vida, envuelto en la calidez de todo el factor humano de la clínica San Ricardo Pampuri.

Gracias al aporte de la Itaipu, la clínica pudo ampliarse, contando actualmente con una capacidad para casi 50 personas, en donde cada paciente recibe el cuidado, la atención y la contención necesaria, en un ambiente armonioso y limpio.

Respecto al colegio politécnico,- que también forma parte de la Fundación San Rafael-, precisa de un empujón para culminar su construcción, según lo manifestó el director financiero.

“La obra está construida, un edificio de cuatro pisos que albergará una buena cantidad de chicos, quienes culminarán su secundaria con una especialidad, ya sea en gastronomía, turismo, etc. Algunas especialidades tienen afinidad con la Itaipu por lo que se analizó la posibilidad de elaborar un convenio para más adelante”, explicó Goméz, al tiempo de señalar, que se realizó el pedido a la Itaipu, para contribuir en las mejoras de algunos aspectos de la clínica, a fin de que funcione el 100% y fundamentalmente para el colegio politécnico, el cual precisa culminar las instalaciones de electricidad, agua, baños, mesas y sillas para los alumnos.

“Teniendo en cuenta que es una acción visible y clara, compartida por toda la ciudadanía, la intención es apoyar el emprendimiento y firmar otro convenio próximamente. Lo que nosotros buscamos es que el recurso de la Itaipu, - que es un recurso que pertenece al pueblo-, sea bien utilizado, para eso necesitamos gestores y beneficiarios que en su gestión reflejen que son dignos de recibir esta ayuda de la entidad”, puntualizó, para luego concluir ,“Cuidamos mucho que cada recurso que la Itaipu otorgue tenga la mayor repercusión posible, el mayor beneficio. Con esta visita se reflejó todo y se confirmó plenamente todo el trabajo realizado. Quedamos entusiasmados y creemos que vale la pena continuar con las acciones, pues nos motiva que haya personas trabajando de forma tan comprometida por nuestros compatriotas más necesitados”.