Técnicos de la División de Acción Ambiental de Itaipu Binacional encaran diferentes planes de trabajo en forma conjunta con varias comunidades indígenas de Itakyry, Alto Paraná, con las cuales se llevan adelante iniciativas de reforestación y otras de interés comunitario.

El proyecto abarca a unas 100 familias indígenas de la parcialidad Ava Guaraní, de las comunidades de Ka´a Poty, Loma Tajy, Formosa, Ka´aguy Roky y Ysatí, todas del distrito de Itakyry.

Dichas comunidades se han beneficiado con servicios de preparación de suelo y rastrojeadas. Al mismo tiempo se les entregó plantines, especies forestales nativas y árboles frutales como mandarinas, pomelos, naranjos, limones entre otros, todos injertados.

También está prevista la entrega de semillas de auto consumo para la siembra con el fin de obtener alimentos para el sustento diario, según explicó Miguel Angel Cardozo, uno de los técnicos involucrados en el proyecto por parte de Itaipu Binacional.

“Los miembros de la Comunidad han expresado su contento por estos beneficios y agradecieron por este apoyo tan importante que ayudará a recrear su “tekoha” que hoy se encuentra en una zona completamente desforestada, aunque en amplios territorios” expresó.

Indicó además que en otros tiempos la tierra que hoy ocupan estas comunidades estaban siendo utilizadas para plantaciones de soja y otros rubros explotados en la zona por los grandes productores o agroexportadores.

Los indígenas han retomado estos territorios que originalmente les pertenecía e inclusive recuerdan que algún tiempo atrás, habían sido fumigados desde avionetas por parte de sojeros de la zona y que tuvieron que ser socorridos por varias instituciones para defenderse, según manifestó Cardozo.

Mencionó que dentro de los trabajos que están realizando se prevén tareas de re forestación, atendiendo que está será vital para la subsistencia de la comunidad y por sobre todo para mejorar las bases de la producción de alimentos.

En este sentido, se ha preparado un total de 20 hectáreas de tierra, de los cuales, cinco son para uso exclusivo de plantación de árboles frutales y especies nativas, mientras que las 15 restantes fueron distribuidas en tres hectáreas para cada comunidad, para siembra de semillas de auto consumo, totalizando así 20 hectáreas rastrojeadas.

Para la entrega de plantines se contó con el apoyo de los niños y profesores de las escuelas indígenas quienes cooperaron en la ubicación y riego de los plantas.

“Todo esto resultó ser una dinámica y participativa clase de Ciencias Naturales y de integración para los miembros de la comunidad educativa”, adujo Miguel Angel Cardozo.

En total fueron entregados 4.500 plantines, que en un futuro se configurarán en múltiples beneficios para toda la comunidad, cuya participación activa se incentiva en todas las actividades emprendidas.

Con esta visión se han concretado varias reuniones donde miembros de la comunidad han colaborado con sus sugerencias y han planeado en forma conjunta con los funcionarios de la División de Acción Ambiental todos los trabajos a ser ejecutados.

Anunció además la realización de un seguimiento por parte de los técnicos del área de Acción Ambiental para que sea posible una reconstrucción de su tekoha en la zona. “Esta tarea no es fácil atendiendo el alto grado de degradación del ambiente en la zona, no obstante es un desafío que vale la pena asumir”, manifestó.