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Comunidad indígena desarrolló minga ambiental con apoyo de Itaipu
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22/02/2012

La comunidad Mbya Guaraní “Yvy Porã Renda”, del barrio La Blanca de Ciudad del Este, realizó el 22 de febrero, una intensa jornada de minga ambiental de la que participaron los ocupantes del asentamiento.

La actividad se desarrolló con el apoyo logístico de Itaipu Binacional y el acompañamiento de técnicos de las Divisiones de Educación Ambiental y Acción Ambiental, que desde hace unos meses implementó varios programas de apoyo a la comunidad integrada por unas 18 familias.

Los nativos ocuparon el lugar hace dos años luego de sobrevivir por mucho tiempo en las calles de Ciudad del Este. Mediante la iniciativa de Itaipu, la comunidad tomó conciencia sobre el desafío de protagonizar la construcción de su futuro a través del esfuerzo común.

Durante la jornada de minga ambiental también se desarrollaron varias actividades como cedulación, además de gestiones tendientes a la legalización del asentamiento. A esta labor se sumaron también otras instituciones como el Ministerio de Justicia y Trabajo y el Instituto Nacional del Indígena (INDI) que por primera vez estuvo presente en el asentamiento, para apoyar el trabajo de documentación.

La comunidad se benefició recientemente con la construcción de 10 viviendas a través de un proyecto desarrollado por la organización “Un Techo para mi País”.

La comunidad cuenta con una escuelita que fue construida mediante la ayuda de una organización coreana, promovida por una congregación religiosa católica donde acuden unos 66 niños y niñas de la parcialidad. El local fue equipado mediante el esfuerzo comunitario y la ayuda de los técnicos de Itaipu Binacional.

Las dos aulas con que cuenta la escuela fueron equipadas con muebles de reciclaje artesanal que fueron elaborados a partir de un curso de capacitación desarrollado en la comunidad por parte de la División de Educación Ambiental de la Entidad.

Esta comunidad guaraní mantiene la cultura indígena, con el “ropy, tangara” (rezo y danza), que realizan dos o tres veces a la semana.

Mediante la unión y la organización tienen la escuela reconocida, con rubro del Ministerio de Educación y Cultura, aunque hasta hace poco carecía de equipamientos básicos. Antes de la ayuda coreana la escuelita funcionaba bajo una planta de mango.

Aunque viven en muy precarias condiciones, los menores de la comunidad ya no salen a deambular solos a las calles, sino que se quedan en la comunidad para estudiar, mientras que sus padres se dedican al reciclaje.

La minga ambiental sirvió para que la comunidad demuestre interés por salir adelante, así como su espíritu de laboriosidad, teniendo en cuenta que niños, jóvenes y adultos sumaron esfuerzo, voluntad y cooperación para limpiar, ordenar y embellecer el asentamiento.

Aunque viven en muy precarias condiciones, los menores de la comunidad ya no salen a deambular solos a las calles, sino que se quedan en la comunidad para estudiar, mientras que sus padres se dedican al reciclaje.

La minga ambiental sirvió para que la comunidad demuestre el gran interés por salir adelante, así como su espíritu de laboriosidad teniendo en cuenta que niños, jóvenes y adultos sumaron esfuerzo, voluntad y cooperación para limpiar, ordenar y embellecer el asentamiento.