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El periodismo no puede olvidar su esencia
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26/04/2017

En alusión al Día del Periodista, que se celebra en la fecha, compartimos algunas reflexiones sobre periodismo realizadas por Rubén Darío Buitrón, ex editor General del diario El Universo, en Guayaquil, Ecuador.

La esencia del periodismo no cambia

Cuando hablamos de nuevos enfoques en los contenidos informativos por Internet, en medio del vértigo, que velozmente lleva al mundo por la autopista de la información, los periodistas debemos tener en cuenta un asunto fundamental, en el que quiero ser concluyente: no existe la oposición de periodistas digitales vs. periodistas de prensa, no existe periodismo blanco vs. periodismo rojo, no existe periodismo occidental vs. periodismo oriental y no existe periodismo “militante” vs. periodismo “objetivo”. Lo único que existe es periodismo bueno y periodismo malo. De este último hay mucho.

Y ese periodismo bueno -o malo- se lo hizo en el pasado, desde las duras teclas de una vieja máquina de escribir Remington o se lo hará en el futuro, desde la más poderosa y veloz laptop de última generación y enorme capacidad de memoria.

Se trata de un periodismo que no puede olvidar su esencia, su deber ser. Un periodismo en el cual no es posible hacer oposiciones y antónimos, ni hablar de que la tecnología traerá nuevas formas de asumirlo como un oficio al servicio del público: el buen periodista, antes, ahora y en el futuro, se define como un profesional éticamente responsable, debe servir a sus lectores, ser sensible con sus necesidades, reflejar sus tendencias de vida, ayudarlos a tomar decisiones para mejorar su existencia, entregarles antecedentes, consecuentes y contextos, para que los lectores entiendan mejor la parte de la realidad que se les está contando, ser útil a los ciudadanos, prestarles servicios.

En otras palabras, el buen periodista es aquel profesional capaz de orientar al lector en sus dudas y en sus tribulaciones, desde las más domésticas y simples, hasta las más decisivas para el lector, como individuo, y para la sociedad a la que pertenece.

El buen periodista es un profesional atento a las necesidades del público, fiel y exacto en la descripción de los hechos y del rol que juega cada uno de los actores activos y pasivos de esos hechos.

Solamente ese buen periodismo ha sido, es y será, supongo para siempre, la base y soporte de la calidad de los contenidos de cualquier medio de comunicación, desde el teletipo y los viejos periódicos, hasta las casi infinitas posibilidades del Internet para la información noticiosa del presente y el futuro.
Solamente ese buen periodismo será capaz de entregar a sus lectores información en las condiciones más adecuadas, independientemente de cuál sea el medio a través del cual la emite.

El periodismo no se entiende sin especialización

En el libro “Nuevos retos del Periodismo Especializado”, los autores Francisco Esteve Ramírez y Juan Carlos Nieto Hernández recogen las principales aportaciones del X Encuentro de Profesores Universitarios de Periodismo Especializado, celebrado en Madrid, España en noviembre de 2012.
Los docentes españoles reunidos concluyeron la siguiente idea: “La importancia – y también el reto – del Periodismo Especializado no reside tanto en la preparación de expertos conocedores de sus respectivas parcelas de saber, como en la urgente preparación de comunicadores que sean capaces de poner en común con el gran público los hallazgos especializados, en las más diversas ramas del conocimiento científico, social, tecnológico o cultura.

Los futuros periodistas han de ser “expertos” en comunicación. Es necesario dotar a los futuros profesionales de la información de herramientas que les capaciten para responder a los niveles más exigentes de especialización, tratar con fuentes expertas y elaborar textos claros, amplios y divulgativos de los conocimientos específicos”.