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Medio Ambiente
Exitoso corredor biológico-MI incentiva a técnicos de PyBio
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10/02/2014
 

Una experiencia de corredor biológico fue iniciada por la Itaipu MI, hace 10 años, hoy constituye todo un éxito para otro proyecto de gran envergadura como lo es “Paraguay Biodiversidad”.

El sitio fue visitado por un equipo de trabajo encabezado por el director del proyecto en Paraguay, Ingeniero Pedro Domanizcky, director de coordinación ejecutivo (CE).

Se pudo apreciar el trabajo de campo emprendido en “parceria” con instituciones públicas y sector privado para la concreción del ambicioso proyecto.

El corredor biológico consiste en la reforestación extendida a la vera de dos pequeños ríos (el Apepú y Bonito) que cruzan en forma paralela un recorrido no mayor de 15 kilómetros.

A través de este emprendimientos fueron totalmente reforestados con especies nativas la costas de los ríos para ser conectadas con remanentes boscosos del área, hasta completar la conexión entre el Parque Nacional Iguazú con el Refugio Biológico Bela Vista, propiedad de Itaipu en la margen izquierda.

 

A pocos años, los técnicos apreciaron la regeneración del suelo con su rica biodiversidad autóctona, rastros de animales silvestres y las nacientes de aguas con una gran variedad de especies acuáticas, alejadas de la contaminación. Las especies nativas de arboles sirven de cobijo y alimento para las distintas especies de la fauna regional, que a la vez cooperan en la cadena de vida de todo el ecosistema.

Para esta singular experiencia ha sido realizada estudios preliminares durante 3 años. Las ejecuciones del trabajo iniciaron en el año 2003, conforme explicaron los responsables de la Itaipu MI. Para ello ha sido esencial los acuerdo institucionales entre la Itaipu y los municipalidades afectadas; Santa Teresinha y San Miguel, además de otras instituciones públicas y la “Hacienda Santa María” cuyos propietarios cedieron gran parte del terreno reforestado.
La “Hacienda Santa María”, a la vez, conectó con el corredor una importante área boscosa de 240 hectáreas (reserva de dominio privado protegida por Ley), que servirá de semillero de las más variadas especies vegetales del bosque Atlántico y refugio de animales silvestres, muchos de ellos en serios riesgos de extinción.

Los técnicos paraguayos compartieron con sus pares brasileros la exitosa tarea emprendida hace unos años, lo que los llevará a tomar con exactitud y responsabilidad de los trabajos ambientales en territorio paraguayo, articulado por Itaipu Binacional.