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Feriantes de Kóga Poty demuestran ánimo y optimismo
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14/03/2012

Diferentes comités de productores participaron nuevamente de la Feria Ecológica Kóga Poty que se repitió el miércoles 14 de marzo, en el Shopping Corazón de Ciudad del Este, evento organizado por la Dirección de Coordinación Ejecutiva de Itaipu Binacional en el afán de impulsar la producción nacional.

Si bien la sequía está jugando una mala pasada a la producción agrícola, los feriantes imponen esfuerzo para satisfacer la demanda. El movimiento de compradores sigue animando a los productores, entre los que se destacan las mujeres integrantes de comités de la mayoría de los distritos del Alto Paraná.

Victoriana Medina del Comité “Minga Guazú”, creado hace más de un año en el asentamiento “Primavera”, del distrito minguero, significó que la organización está conformada por 40 personas y que salen adelante con ayuda mutua y solidaridad.

“Trabajamos en la feria grande, pero cuando se nos preparó el espacio en Kóga Poty, optamos por venir aquí porque no tenemos mucha producción a causa de la sequía, vendemos todo lo que traemos” expresó.

Mencionó que es la tercera vez que está participando de la Feria Ecológica Kóga Poty, donde viene acompañado de algunos de sus 15 hijos. “Agradecemos mucho a la gente de Itaipu por prepararnos este lugar y ayudarnos a traer nuestra producción desde la propia chacra”, comentó.

Significó que están muy conformes con el trato que les brindan los técnicos de Itaipu y por la posibilidad de ser trasladados desde sus casas y de contar de nuevo con móvil facilitado para el retorno a las mismas.

El asentamiento “Primavera” está ocupado por 90 familias, quienes desde hace cuatro años se instalaron en el lugar. La mayoría de la población se dedica a la agricultura, horticultura y la cría de animales.

Victoriana Medina, comentó que la agricultura familiar en estos momentos es una salida esencial para la pobreza, más todavía porque el asentamiento donde viven no está muy distante de los centros urbanos donde se pueden comercializar lo que producen. “Todo lo que plantamos vendemos”, dijo al comentar que es viuda con 15 hijos, siendo el único soporte de subsistencia la agricultura y la feria.

También destacó la importancia de la organización, al enfatizar que solos es imposible crecer. “La feria nos anima, nos incentiva para producir más y nos da esperanza para el futuro de nuestras familias”, dijo al hablar que ninguno de sus hijos pudo pasar a la universidad por falta de recursos económicos, aunque tienen interés en la formación universitaria.

El joven Anastasio Morel Medina, quien en la ocasión acompañó a su madre Victoriana, dijo que culminó el noveno grado y que optó por ayudar a su madre en la producción y comercialización para poder generar un sustento digno a la familia, ya que su padre falleció hace siete años.

Agregó que se ayudan en familia y en comunidad para salir adelante, aunque la falta de recursos y la distancia entre el lugar donde viven y las instituciones educativas les dificulta el acceso a la educación superior.

“Quiero completar mi estudio si existe posibilidad”, dijo al alegar que se siente bien apoyando el trabajo familiar y la participación en el comité de productores.

Felipe Bobadilla de la localidad de Nueva Esperanza distrito de Naranjal, recuerda que 15 años atrás cuando habían comenzado con la Feria Permanente en el local adyacente a la Terminal de Ómnibus, no se imaginaron que iban a llegar tan lejos, hoy gracias a los distintos comités de productores hortigranjeros sigue dando lo necesario para el sustento digno de su familia, según resaltó.

Señaló que hoy con el apoyo de Itaipu, se han ubicado en otros lugares a modo de extensión de la feria, con logros que animan a los distintos comités a seguir trabajando unidos y enfrentar mancomunadamente las dificultades.

En cuanto a la organización interna de su grupo de productores, destaca la importancia de trabajar como organización. “Esto también lleva años de práctica y nos ayuda a ser solidarios y no individualistas, porque se ven los buenos resultados para las familias”, aseveró.

En la localidad denominada Nueva Esperanza de Naranjal, a cuatro kilómetros del Cruce Raúl Peña están organizadas 33 familias de pequeños productores en un Comité que abastece la feria, conforme señaló Bobadilla, al tiempo de instar mayor participación de las familias del Alto Paraná en las organizaciones de modo a obtener producción y mercado.

El agricultor destacó el apoyo brindado por Itaipu y al mismo tiempo resaltó que los productores aun deben enfrentar varias necesidades que cubrir como la falta de agua para plantaciones de todo tiempo, más con la sequía del momento, así como la falta de asistencia técnica para los pequeños productores campesinos, por parte de organismos del Estado.