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Medio Ambiente
Jararas nacidas en Zoológico de Itaipu fueron insertadas en su hábitat natural
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13/03/2012

En el zoológico de Itaipu, del lado paraguayo, el equipo del sector fauna trabaja arduamente en la reproducción de serpientes en cautiverio y su posterior liberación a las Áreas Silvestres Protegidas de Itaipu.
 
El pasado miércoles 8 de febrero, en la jaula 9 del Zoológico de Itaipu, nacieron 5 ejemplares de Jarara
(Bothrops jararaca). Después del nacimiento, las crías fueron sometidas a pesaje, las mismas arrojaron 23 gramos cada una, con la membrana amniótica y 12 gramos contando sólo el ejemplar.
 
Las crías tienen la característica de presentar coloración clara, con manchas triangulares laterales de color marrón oscuro con bordes blancos bien notorios y, cuentan con la punta de la cola blanca, también conocida como “tuguai tî”. Miden aproximadamente 30 cm. de longitud y al nacer ya poseen la capacidad de matar con su veneno a un pequeño vertebrado.

A los 27 días de edad, con un peso de 17 gramos, las 5 crías fueron liberadas en el Refugio BiológicoTati Yupi de Hernandarias.

“Cumplimos con uno de los objetivos de la entidad”

“Es importante el trabajo porque con esto se cumple uno de los objetivos de Itaipu, que es el de repoblar las áreas protegidas con diferentes especies de animales, ya sean mamíferos, aves o reptiles.

En este caso, es una serpiente que se había insertado de nuevo a su hábitat natural, explicó Andrés Duré, responsable del sector Fauna, del Zoológico de Itaipu, lado paraguayo.

Duré mencionó que también se cumple con la educación ambiental ya que es ofrecido un factor multiplicador a la gente. Explicó que cuanto más animales tengan las áreas protegidas de Itaipu, las personas van a saber más sobre ellos y por ende cuidarlos más, porque solo se defiende lo que se conoce.

Explicó que en el sector fauna del Zoológico de Itaipu cuentan con profesionales que están designados especialmente al manejo de las serpientes.

“Tenemos un pequeño serpentario en donde se les brinda las condiciones básicas para su sobrevivencia y su reproducción. Los acompañamos en la alimentación periódica e higiene. Ya tuvimos reproducciones de serpientes en nuestro zoológico, el año antepasado tuvimos 40 crías de 2 ejemplares. 20 crías de cada animal”, indicó.

Explicó que es también importante la preservación de las serpientes ya que éstas son depredadoras naturales de algunos roedores que son transmisores de enfermedades al ser humano.

Por otra parte, mencionó que con los ejemplares de serpientes en cautiverio del Zoológico de Itaipu se colabora con Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Asunción (UCA).

“Gracias a esta especie y a las serpientes que se disponen en cautiverio se está colaborando con la Facultad de Medicina de la UCA. para la extracción de líquido tóxico, para el suero altiofídico. Los profesionales vienen hasta aquí y nosotros les proporcionamos ejemplares para sus pruebas”.

Tres equipos de profesionales para la inserción al hábitat natural

Por su parte, José Fernández, veterinario también del sector fauna del Zoológico Itaipu, explicó que los ejemplares de jarara son liberados en lugares retirados dentro de las áreas protegidas de Itaipu.

“Es importante recalcar que las serpientes son colocadas en zonas que están fuera del movimiento de gente. Se colocan en lugares donde no hay una circulación de personas y donde ellos van a poder desarrollarse libremente, no están expuestas a los visitantes”, recalcó.

Indicó que para la liberación de animales o para la inserción a su hábitat natural existen tres equipos fundamentales.

“El equipo de fauna, que entrega en condiciones adecuadas al animal, luego está el equipo de investigación que hace el traslado y por último, el equipo de monitoreo de los animales, que son los únicos que tienen acceso al lugar donde son liberados los ejemplares”.

Explicó a la vez, el método de ataque del reptil, “cada vez que ellos inyectan el veneno, por ejemplo en un roedor, el reptil no le sigue a la presa, espera que haga efecto el veneno y cuando muere va siguiendo el mismo rastro de la presa, no va directo a ella, sino que sigue todo el recorrido que ha hecho la misma hasta al lugar en donde ya se encuentra sin vida”, dijo.

Datos

Un ejemplar adulto puede llegar a medir hasta 160 cm, cuyas características son: cuerpo robusto, cabeza muy diferenciada del cuerpo, foseta loreal entre el ojo y la narina, con coloración principal de tonos grises, con manchas oscuras y bordes blancos en formas de triángulos, siempre opuestas y más comúnmente unidas en su vértice superior.
   
Estos reptiles se albergan en troncos o cuevas en el suelo. Son muy frecuentes en campos con pasturas y pastizales altos. En ocasiones arborícola. De hábito nocturno. Se alimentan principalmente de roedores y su reproducción es ovovivípara.

En cuanto a su comportamiento se puede mencionar que es muy agresiva y rápida, por esa característica proviene su nombre en guaraní "jarara".

Frecuentemente trata de huir, pero si se ve acorralada enfrenta a su enemigo enrollando su cuerpo como lo hacen las especies del género Bothrops, moviendo frenéticamente la cola. Sus presas son aturdidas por unos segundos con el fuerte veneno (hemotóxico) y mueren rápidamente. Posteriormente son engullidas sin inconveniente.

La distribución de esta especie se registra desde el centro de Brasil, hasta noreste de Argentina y este de Paraguay, donde está muy restringida a la zona del bosque paranaense.