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Libertad, independencia e igualdad
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27/11/2013

El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se celebrará el martes 3 de diciembre, y desde Itaipu seguimos exponiendo las historias de vida de los compañeros con diversidad funcional que cumplen funciones en dependencias de la Binacional.

Nuestro objetivo es fomentar la comprensión de los asuntos relativos a la discapacidad y movilizar el apoyo a la dignidad, los derechos y el bienestar de las personas con capacidad diferente. Las historias plasmadas en este espacio muestran la incansable lucha de los compañeros por la libertad, independencia e igualdad plena de cada una de las personas con diversidad funcional, en todos los rincones de la sociedad.

En esta ocasión hablamos con Elvio Portillo, encargado de la Casa de la Diversidad (dependiente de la AS.GP), ubicada en Hernandarias y Gregorio Martínez, quien se desempeña como asistente en la Superintendencia de Gestión Ambiental (MAP.CE) de la entidad.

En cada entrevista, descubrimos historias conmovedoras. Las dificultades por las que fueron atravesando nuestros protagonistas hacen que la admiración por estos compañeros crezca. Pero algo que merece ser destacado, por su lección moral, es el hecho de que cada uno, a pesar de seguir superando dificultades individualmente, se muestran más preocupados por el trato que deben recibir sus compañeros, tanto dentro como fuera de la entidad. Un ejemplo de generosidad que –sin lugar a dudas– debe ser imitado.

“La familia por sobre todo”

Elvio Portillo.

“Hoy día, para mi lo más importante es la familia, e Itaipu me ayudó a formarla” sostiene Elvio Portillo, quien desde la habilitación de la Casa de la Diversidad, en la Central Hidroeléctrica Itaipu (CHI), se desempeña como encargado de la sede del Comité de Diversidad Funcional. “En términos de salud y educación, Itaipu nos brinda una importante ayuda y estoy agradecido por eso”, agregó.

Portillo es uno de los más antiguos empleados que forman parte del Comité. Ingresó como empleado el 25 de noviembre de 1987, y desde entonces se ha desempeñado como profesional en distintas áreas de la entidad. A la corta edad de 2 años, le diagnosticaron Poliomielitis y desde entonces se moviliza en sillas de ruedas. No le fue fácil llegar hasta donde está, según nos cuenta. El esfuerzo, la paciencia y constancia le llevaron a alcanzar el lugar que hoy ocupa en la Binacional.

El empleado Elvio Portillo en su escritorio ubicado en la Casa de la Diversidad, en Hernandarias.

“Hace 26 años que trabajo aquí. Trabajé mucho tiempo en la Municipalidad de Ciudad del Este, en la parte de patente y registro; como el sueldo era poco, buscaba un ingreso más para poder seguir la facultad, de ahí logré hablar con los directores de la época y gracias a Dios supieron entender mi capacidad”, aseveró.

Actualmente, Elvio Portillo reside con su familia en el Área 3 de la capital del Alto Paraná. Tiene 8 hijos “todos mayores” según explica, con quienes comparte constantemente encuentros familiares. Llegó a estudiar varios cursos técnicos, a la par de cursar los primeros años de la carrera de Administración de Empresas, en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción (UCA).

Elvio recuerda lo duro que fue para él sufrir en varias ocasiones de discriminación; sin embargo, se mostró optimista al percibir un considerable cambio positivo en ese aspecto.

“Se siente la discriminación, en todas partes. Anteriormente más todavía, ahora por lo menos la gente es más sensible y creo que ira cambiando de a poco. Ahora por ejemplo estamos trabajando más con el comité que se formó acá, en Itaipu; la sensibilización de la gente nosotros procuramos con todos los compañeros. Es muy importante concienciar a todos”, finalizó.

“La gente va tomando conciencia”

Gregorio Martínez.

Cuando apenas cumplía los 7 años de vida, Gregorio Martínez sufrió un grave accidente que obligó a los médicos que lo trataron, a amputarle una de las piernas. Actualmente, con una antigüedad cercana a los 4 años en el cuadro propio de la entidad y una pasantía previa de 10 meses, Gregorio se desempeña como auxiliar en la Superintendencia de Gestión Ambiental (MAP.CE).

Allí es el encargado de varias actividades, como la administración de viáticos o la adquisición de materiales, a través del sistema informático SAP. Oriundo de Concepción, desde hace 33 años reside con sus cuatro hijos en el barrio San Miguel de Ciudad del Este. Logró acceder a un cargo en la Binacional después de “mucha lucha”, según explicó.

“Estuve como pasante durante 10 meses, y de ahí, después de mucha lucha conseguí entrar al cuadro propio de Itaipu, eso me cambió radicalmente y en forma positiva a mí y a mi familia, anteriormente vivíamos a duras penas pero después de entrar acá, cambió totalmente, en salud y educación”, manifestó.

Gregorio dijo que, afortunadamente, nunca le faltó trabajo. Llegó a desempeñarse como funcionario de una tabacalera, desempeñándose igualmente como empleado de la Junta Municipal de Ciudad del Este y de un cuerpo de bomberos. Asimismo, llegó a ser secretario y administrador de una asociación local. Igualmente, culminó el cuarto año de Derecho Notarial y el segundo año de Ingeniería Ambiental.

 Gregorio Martínez sostuvo que realiza normalmente todas las gestiones que le toca en la entidad. La accesibilidad en la Binacional crece cada vez más, según su parecer.

En relación con la accesibilidad, dijo que poco a poco las instituciones en el país van adaptando sus instalaciones.

“A mí prácticamente no me afecta la falta de accesibilidad, pero a los compañeros sí; yo puedo subir sin problemas las escaleras, pero veo que a los compañeros le dificulta mucho.

Afortunadamente, eso va cambiando. Cuando entramos acá no existía una intención de erradicar ese mal, la discapacidad no era tenida en cuenta y ahora la gente creo que va tomando conciencia”, subrayó.

Entre otros puntos, Gregorio agradeció a los altos gerentes de Itaipu por el espacio y pidió que los mismos sigan apostando por la capacidad de los miembros del Comité de Diversidad Funcional.

“Me gustaría agradecer a los directivos y pedirles que confíen en nosotros. Nosotros también podemos, hay gente idónea, así de vista puede que tengamos algo diferente, físicamente, pero la mayoría somos idóneos”, finalizó.