Itaipu Binacional, a través de la Dirección Jurídica Ejecutiva, se constató el miércoles 7 de setiembre, la recuperación de unas 62 hectáreas de tierra perteneciente a la entidad, valuada en aproximadamente 1 millón de dólares, durante un relevamiento realizado en la zona de Salto del Guairá, departamento de Canindeyú.

La comitiva, acompañada por efectivos de las Fuerzas Armadas de la Nación (FFAA) y Guardabosques de la Binacional, confirmó durante el procedimiento que el colindante Roque Da Silveira abandonó gran parte del terreno que supuestamente invadía, sin embargo, sigue utilizando unas 40 hectáreas de la Poligonal Envolvente como campo de pastura.

Los abogados Augusto Gernhoffer, Walter Ovelar y Carlos Cantero junto al coronel Carlos Cardozo, jefe del sector de Seguridad del Área de Embalse, se constituyeron en el sitio con una Unidad Operativa Terrestre y una Aérea para realizar la verificación, luego de que semanas atrás el Ministerio Público haya constatado que el ganadero brasileño seguía ocupando impunemente unas 100 hectáreas de la zona de reserva de la Itaipu.

En la oportunidad se pudo notar que el extranjero ha levantado las alambradas caídas, que permitían el paso del ganado hacia la zona protegida en ambas márgenes del Río Karapa.

Itaipu ya había denunciado a Da Silveira anteriormente -por la misma razón- pero en esa ocasión fue imputado uno de los encargados de custodiar el inmueble, identificado como Luis Tandy Aguilar. El denunciado se comprometió a revertir la situación, alambrando su propiedad y dejando una divisoria perimetral entre la reserva y su propiedad.

La ingeniera ambiental Elizabeth Sosa Aquino, técnica contratada por la Binacional, afirmó que la degradación de la zona es considerable y calificó de grave la situación, señalando la necesidad de evitar el avance del deterioro, y tomar urgentes medidas para recomponer las partes afectadas como consecuencia de la mala utilización de dichos recursos.

No obstante, deberá pasar un tiempo para que la masa boscosa vuelva a regenerarse y servir de protección al curso de agua, que en este momento sufre las consecuencias de la deforestación, ya que el borde del Río está erosionado.

En el marco del convenio con las FFAA, se verificarán semanalmente con sobrevuelos en la zona, para evitar que los terrenos de Itaipu sean nuevamente ocupados.