El miércoles 28 de marzo, se inauguró el “1er Encuentro Internacional de Turismo Accesible en Paraguay”, en el salón de eventos del Centro de Apoyo al Desarrollo de Capacidades (CADEC). Participan del encuentro, el Comité de Diversidad Funcional de Itaipu y varias instituciones públicas.
           
La ministra de Turismo, Liz Cramer, en la apertura del acto, presentó una un breve esbozo estadístico sobre la importancia del turismo en nuestro país, a modo de enmarcar la necesidad de profundizar el trabajo para que se consolide la accesibilidad de las personas con diversidad funcional en los lugares turísticos.

“El turismo en general es conocido en nuestro país, sin embargo, como política pública es relativamente nueva. Actualmente más de 520 mil personas llegan a Paraguay por año; más de dos millones y medio, llegan hasta nuestras fronteras y como dos millones de personas, practican el turismo interno”.

Cramer manifestó además que, si bien existe un volumen interesante de personas que se movilizan por el turismo, sin embargo, muchos no lo pueden hacer.

“Cuántos no tienen esa posibilidad debido a que los lugares no están preparados para recibirlos. Nuestro himno nacional reza unión e igualdad; por tanto, se debe igualar la oferta, especialmente del sector público, para que todos los ciudadanos tengan acceso. En este sentido, el desafío es muy grande. Por ello, en nuestro plan estratégico tenemos dos áreas que se dedican a potenciar el turismo social”, enfatizó la ministra.

“Las ciudades deben ser para todos”

Desde la perspectiva de la Educación Inclusiva del Ministerio de Educación y Cultura, el concepto de accesibilidad viene a superar a la palabra “discapacidad”. Rosa Arce, representante de dicha área, manifestó que el “concepto de accesibilidad es más amplio y complejo. Es un término bastante sencillo, universal. No es otra cosa que el grado en que todas las personas pueden alcanzar un objeto, visitar un lugar o acceder a un espacio físico independientemente de sus capacidades técnicas, cognitivas o físicas. También podemos decir que es un conjunto de características que debe tener un espacio y un entorno urbano”, destacó.

La accesibilidad debe reunir las características de confort, calidad y seguridad al usuario. El espacio debe estar libre de todos los obstáculos y riesgos.

La accesibilidad está relacionada con la inclusión, la igualdad de oportunidad para todos. “En la vida cotidiana vemos pocos entornos accesibles, que dificultan a las personas con limitaciones para que puedan llegar a destino en forma inmediata”, dijo Arce.

La experiencia en Itaipu

Con la ponencia titulada “Experiencia del Comité de Diversidad Funcional de Itaipu”, Cayo Acosta, coordinador del área mencionada, resaltó los antecedentes, logros y proyecciones de la misma.

“Este trabajo comenzó por iniciativa nuestra. Varias veces nos encontramos con los compañeros en los pasillos para planear la creación del Comité. Fue una lucha larga. La idea inicial fue la de fortalecernos como personas con Diversidad Funcional”, comentó.

Según Acosta, la conformación del Comité de Diversidad Funcional se dio con el apoyo del director actual de Itaipu. “Queremos que la experiencia se multipliqué en la sociedad. Gracias al apoyo brindado por los compañeros y los sindicatos, hemos logrado concretizar varias reivindicaciones, como el transporte adaptado, la creación del Comité y la visualización de nuestro grupo dentro de la entidad. Y, en cuanto a la autonomía personal, es decir, conseguir un apoyo económico para la contratación de personal asistente, vamos a seguir luchando. Pero, cabe decir, que hemos obtenido varios logros”, enfatizó.

Como explicación de la dinámica del Comité, Acosta dijo que existen dos tipos de integrantes que conforman el grupo: consultivo y ejecutivo. El nivel consultivo está compuesto de los empleados con diversidad funcional; por su parte, en el ejecutivo se encuentran los empleados que están apoyando las diversas tareas del Comité.

Acosta, además de desarrollar su charla, invitó a los demás miembros del Comité de Diversidad Funcional, para compartir sus experiencias como empleados de Itaipu. Así, Pablo Berni, empleado no vidente, expresó que su experiencia laboral es muy rica, ya que “se está aceptando muy bien la venta de su producto”. Es que Berni, primer empleado no vidente de la entidad, es reflexólogo, y según comentó, está teniendo como diez pacientes por día dentro de la institución.

Edith Macchi, miembro del equipo ejecutivo del Comité de Diversidad Funcional, compartió su experiencia como una persona que está acompañando muy de cerca el proceso de trabajo del grupo.

“Me siento muy honrada por formar parte del equipo. Recibí la invitación para insertarme en el Comité y acepté con mucho gusto. Es muy gratificante trabajar en esta área, ya que estamos ayudando a realizar acciones que los compañeros de diversidad solicitan. La unión y confianza coadyuvarán para el avance del proyecto”, sostuvo.

Comunicación de experiencias

Desde diversas perspectivas personales y grupales, miembros del Comité de Diversidad Funcional de Itaipu, presentaron sus experiencias. Gregorio Martínez, que está en Archivo, dijo que “no estoy ocupando de balde un espacio laboral en Itaipu. Me gusta lo que hago y me siento útil. Por su parte, Cristina Mongelós, manifestó que trabajó durante 18 años con el Centro de sordos y que “Itaipu como la represa más grande del mundo debe dar ejemplo en este punto”.