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Responsabilidad Social
Voluntariado de corazón
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10/07/2014

Empleadas de Itaipu, sede Asunción, impulsan un voluntariado dentro de la entidad, para apoyar a la Fundación “Fabián de Jesús Riquelme”, que asiste a niños de escasos recursos internados en el Hospital del Cáncer de Areguá.

María Siboney se mostró agradecida por la iniciativa emprendida por un grupo de empleadas de la Itaipu Binacional para ayudar a los niños con cáncer.

En la sala de reuniones de la Asesoría de Responsabilidad Social, durante un desayuno de trabajo, se conversó sobre la posibilidad de formar un voluntariado, integrado por empleados y empleadas de Itaipu, con la finalidad de ayudar a los más necesitados.

Cabe resaltar, que los empleados de la entidad siempre colaboraron activamente con las campañas solidarias emprendidas dentro de la empresa y para dar seguimiento a esas acciones, se formó en la fecha un voluntariado para ayudar a la Fundación “Fabián de Jesús Riquelme”.

Esta Fundación brinda asistencia a niños y adolescentes que padecen cáncer. La organización lleva el nombre de un joven que falleció de esta enfermedad. El encuentro de voluntarias y voluntarios contó con la presencia de María Siboney, presidenta de la Fundación.

María Siboney.

Siboney recordó que pasó por etapas muy difíciles al lado de su hijo Fabián, quien padecía de cáncer maligno.

“Desde el 2008 comenzó nuestra lucha, por tres años fuimos y vinimos al hospital para su tratamiento y cuando los médicos me dijeron que solo le quedaban tres meses de vida, golpeé puertas y llegué hasta Itaipu, le conocí a la licenciada Elizabeth González, y mediante las gestiones de varias personas en la entidad, mi hijo pudo ir al Brasil. Lastimosamente, falleció meses después”, comentó.

Puntualizó que el cáncer es un mal que no solo afecta al enfermo, sino a toda la familia, desde el punto de vista moral, psicológico y económico. Siboney contó que mientras su hijo se encontraba en el Hospital del Cáncer (Areguá), se formó una asociación entre todos los padres y ella fue elegida presidenta.

“Cuando mi hijo murió, renuncié como presidenta de la asociación, decisión que no fue aceptada por los padres ni por los médicos. El luto siempre lo llevo dentro del corazón y cuando tuve fuerzas, me pidieron que la asociación se convierta en una fundación, realicé los trámites, ahora ya tiene personería jurídica y así nació la Fundación que lleva el nombre de mi hijo”, indicó la entrevistada.

Recordó que cuando su hijo aún estaba con vida, y ante la proximidad de su casa con el hospital, dio techo a algunas familias que no tenían donde ir mientras sus hijos se encontraban internados. Con el correr de los años, su casa se convirtió prácticamente en un albergue. Los que pasamos por esta situación sabemos que el tratamiento es largo, costoso y se necesita de toda la ayuda posible”, acotó.

Destacó que en el Hospital del Cáncer de Areguá asiste a más de 100 niños, la mayoría del interior del país y el tipo de cáncer más común entre los infantes es la leucemia. Agregó que el paciente más joven es un bebé de tan solo 5 meses de vida.

Elizabeth González.

Por su parte, la empleada de Itaipu Binacional, Elizabeth González, recordó que conoció a la presidente de la Fundación cuando la misma se acercó a Itaipu para pedir ayuda.

“Conozco su lucha, su valentía y ese don de servir a los demás. Fue así que con un grupo de compañeras de la entidad, nos surgió la idea de formar un voluntariado y apoyar a la Fundación. Invité a un grupo de compañeras que siempre están colaborando activamente y el voluntariado está abierto para todos los que quieran apoyar”, manifestó.

Una de las primeras acciones agendadas por el grupo es organizar el festejo por el Día del Niño en el Hospital del Cáncer de Areguá, conjuntamente con la Fundación, y para ello estarán apelando al buen corazón de los empleados y empleadas de Itaipu Binacional, para brindar una sonrisa a los niños enfermos de cáncer.

Por su parte, Leticia Landaida, valoró la iniciativa de formar un voluntariado dentro de la entidad e indicó que los compañeros siempre demostraron buena predisposición hacia los más necesitados. Opinó también que ser voluntaria es una actitud positiva de brindar ayudar sin esperar nada a cambio.

En tanto, Nancy Zayas, también del voluntariado, comentó que en los próximos días irán difundiendo las acciones que se emprenderán con miras a festejar el Día del Niño con los pacientitos del Hospital del Cáncer.

Otro colaborador de esta noble causa es Vidal Acosta, quien alentó a sus compañeros a participar del voluntariado, ya que con un granito de arena se puede alegrar el corazón de muchos niños y aliviarles, al menos momentáneamente, del dolor que padecen.

Cabe destacar que el voluntariado está asentado sobre pilares de servir y tener buen corazón, y se refleja en esta frase: "Cada uno puede ser grande, porque cada persona puede servir. No hace falta tener un diploma de la universidad para servir, sólo hace falta tener un corazón lleno de tolerancia y un alma generada por el amor" Martin Luther King.