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Por primera vez, un grupo de familias, de la zona Refugio-Chacarita, visitó la zona de obras del futuro Barrio San Francisco, en Zeballos Cué. La reacción de los visitantes fue extraordinaria, porque pudieron dimensionar el potencial cambio de vida; la posibilidad de acceder a una vivienda digna.

Las familias de la zona Refugio (Chacarita) fueron trasladadas en bus hasta la zona de obras del Proyecto San Francisco. Con ellos estaban los trabajadores sociales de Hábitat para la Humanidad, que lleva adelante -a pedido de la ITAIPU- el Plan de Desarrollo Social. En el lugar, recibieron las explicaciones técnicas de un ingeniero de la Dirección de Coordinación Ejecutiva.

Desde que pisaron el futuro barrio San Francisco, en Zeballos Cué, los visitantes irradiaron optimismo, alegría y agradecimiento, ante la posibilidad de tener un mejor porvenir. Ante la pregunta: ¿Qué le inspira el barrio San Francisco?”; ellos respondieron: dignidad, oportunidad, seguridad, mejor porvenir y mejor calidad de vida, entre otros adjetivos, que los propios visitantes manifestaron durante su recorrido.

Benencia Genez.

“Esto es soñar despierto”, afirmó una de las visitantes, quien, imaginariamente, con sus demás vecinas, imaginaban como podría ser su nueva vida, lejos del peligro de la inundación, de la basura, la cloaca y del peligro de las drogas.

“La casa es muy linda. Era mentira, había sido, lo que dijeron que era chica. Mil veces esta casa es mejor de la que tengo”, afirmó Benancia Genes.

La humilde pobladora de la Chacarita comentó que la vida en el Refugio es difícil y solo le resta luchar, para quitar adelante a sus hijos. “Tengo cinco hijos y por ellos me quiero mudar. Para mí, el barrio San Francisco significa seguridad. Vivir en este barrio me dará seguridad y protección”, afirmó la entrevistada.

Es una realidad

Jorgelina Fretes, dirigente de la zona Refugio, afirmó que, por muchos años, siempre hubo promesas de viviendas, pero quedaron solo en eso. Pero ahora,con el barrio San Francisco, se puede ver la construcción de las mil viviendas.“Estoy emocionada y feliz. Y creo que mi gente también siente lo mismo. Hace muchos años que estamos esperando tener una casa digna. Nos gusta este lugar, porque nos inspira seguridad, especialmente para los chicos”, manifestó Fretes.

Un sueño

Antonia Báez.

Doña Antonia Báez fue una de las más pintorescas visitantes, porque se emocionó hasta las lágrimas. “Estoy tan contenta al ver este lugar. Soy mujer sola y de tanto trabajar, me golpeé toda la mano y ando enferma. Me emociona ver estas casas tan lindas y ojalá pueda ser adjudicada con una de ellas. Mi sueño era tener una casa de material. Agradezco al Gobierno por esta oportunidad”, expresó.

La visitante recordó que, en cada tormenta, le entra un miedo terrible, porque sabe que su casa no es segura y tiene goteras por doquier. En el Refugio se sufre mucho. “Esto es un sueño”, concluyó.

Estabilidad

Antonia Galeano.

Antonia Galeano es vendedora de churros. Visitó el barrio San Francisco con una de sus hijas y se quedó “impactada”, tal como ella misma dijo. “Es la primera vez que vengo a ver las casas y los departamentos. Todo es lindo y si soy adjudicada, podría dar a mis hijos un mejor porvenir. Con la venta, con mi carrito de churros, nunca voy a poder comprar para mi casa de material. De lo que vendo de mis dulces, solo me da para mi día a día”, señaló doña Antonia.

Cabe señalar que el proyecto del futuro barrio San Francisco es una de las obras emblemáticas encaradas por el Gobierno Nacional, a través de la ITAIPU Binacional, que ejecuta y financia la construcción de 1.000 viviendas y el proceso de adjudicación está a cargo de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat).