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La habilitación de la playa de la Costanera Hernandarias trajo consigo un impacto económico muy importante para la región. La Asociación de Padres y Amigos del Excepcional de Hernandarias (APAEH) es una de las organizaciones encargadas de la operacionalización del nuevo espacio, con el propósito de generar ingresos para solventar gastos destinados al cuidado de niños y adultos con algún tipo de discapacidad.

Esta entidad, sin fines de lucro, funciona desde hace más de 20 años brindando sus servicios especializados a pacientes de toda la zona norte de Alto Paraná.

Desde la apertura de la primera parte del proyecto Costanera, la ITAIPU firmó un convenio con la asociación que, en principio, tenía a su cargo el cuidado de la ciclovía y las canchas habilitadas en el sector; sin embargo, la inauguración de la playa propició la firma de un segundo acuerdo, con el que se estableció nuevas funciones para la oenegé local.

“Tenemos a cargo el alquiler de sillas y sombrillas para los que llegan a la playa, así como el cuidado de baños y la provisión de agua”, explicó Mónica López, representante de la APAEH.

“Este convenio ayuda al fortalecimiento de la asociación, para que tenga mejores recursos y servicios para la comunidad; pero también ayuda el desarrollo económico y turístico de la región. Me siento orgullosa de formar parte de esta obra social, porque somos un gran equipo con ITAIPU y la Municipalidad”, agregó.

Además de los espacios mencionados, la APAEH puso a disposición de los bañistas un sector destinado a enfermería, con profesionales de la salud. Asimismo, tiene prevista la instalación de cámaras de circuito cerrado para brindar mayor seguridad al público.

James Spalding.

Comodidad para el público

Sobre la firma de los convenios, el director general paraguayo de la ITAIPU, James Spalding, sostuvo que, además de beneficiar a una asociación sin fines de lucro, se beneficia a todos los visitantes de la playa.

“Con los convenios que tenemos, podemos brindar todas las comodidades a los que visitan la playa. Realmente muy contento de ver una cantina bien estructurada, los baños en óptimas condiciones para recibir a la gente, la enfermería, y otros espacios”, resaltó.

Entre otros puntos, el director general destacó el impacto positivo generado con la apertura de la playa.

“En estos pocos meses, ya vemos un avance positivo en la comunidad, con quien se tiene una deuda histórica. Por muchos años la comunidad estuvo esperando, no solo la Costanera, sino también la playa, y hoy, ambas son una realidad”, afirmó.

Pedro Domaniczky.

“Buscamos sustentabilidad”

El director de coordinación ejecutivo, Pedro Domaniczky, sostuvo que con este tipo de emprendimientos se busca cumplir con el concepto de sustentabilidad, insistiendo en acciones que redunden positivamente en la sociedad.

“Los recursos que se generan son destinados al mejoramiento de un centro de rehabilitación de personas con discapacidad, especialmente en infraestructura; posiblemente, en el futuro, se brindará atención a adultos mayores, como parte del proceso de crecimiento. Estos son proyectos pilotos y vamos a ir ajustándolos para tener una Costanera sustentable”, mencionó.

Rogelio Sallaberry.

Por su parte, el licenciado Rogelio Sallaberry, coordinador de proyectos turísticos de la ITAIPU, destacó el gran impacto económico que trajo consigo la habilitación de la Costanera, en especial, la playa.

“Desde el 8 de diciembre hasta la fecha tenemos registrada la asistencia de 95 mil personas, conste que hubo 10 a 12 días de lluvia, y, con todo eso alcanzamos esa cantidad de gente”, dijo.

“La habilitación de la playa tiene un impacto muy grande en Alto Paraná, no solo en Hernandarias, dado el movimiento que genera. Siguen viniendo gente de todas partes del país, como también de Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Alemania, España, entre otros. Su apertura representa un ingreso económico importante para Hernandarias”, reiteró.