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Sin la función de las abejas y otros polinizadores, no tendríamos semillas de calidad que nos permita seguir produciendo alimentos saludables y conservar la biodiversidad, destacaron desde el Comité de Integrantes de Apicultores ITAIPU Poty, de Salto del Guairá, que desarrolla su labor en el área de influencia de la represa, al realizar una reflexión sobre el Día Mundial de las Abejas que se celebra cada 20 de mayo.

La fecha fue establecida por las Naciones Unidas a fin de crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores, las amenazas a las que se enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible.

Según la organización internacional, la polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Casi el 90 % de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse; asimismo, el 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización y el 35 de las tierras agrícolas mundiales.

“Las abejas extraen néctar de las flores y al realizar esta tarea ayudan a polinizarlas, permitiéndonos recibir semillas de primera calidad y aptas para germinar”, complementó Carlos López, uno de los referentes del referido Comité de Apicultores que tiene como principal centro de producción al Refugio Biológico de Mbaracayú, gestionado por ITAIPU en la capital de Canindeyú.

Considerando su significativo aporte tanto para la seguridad alimentaria como para conservar la biodiversidad biológica, el productor pidió a la ciudadanía un profundo cambio en el trato con las abejas, evitando su eliminación por temor a un eventual ataque. “Hay miedo hacia las abejas porque se las considera peligrosas, pero eso depende del manejo; no siempre son agresivas”, sostuvo López.

Para cooperar en la tarea de conservación de la especie, el entrevistado planteó la necesidad de realizar charlas técnicas en los centros educativos sobre el aporte de los polinizadores, y un mayor apoyo de las instituciones a los apicultores. Explicó que, en el caso del Comité de Apicultores ITAIPU Poty, carece de un núcleo de reproducción y el aumento de la colmena depende de las intervenciones de rescate, con su correspondiente costo de logística y movilización de personal.

El emprendimiento arrancó en el 2006, con 10 integrantes y actualmente suman 14. Cuenta con 35 colmenas y los compradores mayoritariamente son pobladores de Salto del Guairá. Además de la miel, el comité comercializa cera, polen y propóleo, aprovechando las óptimas condiciones naturales que ofrece el Refugio Biológico Mbaracayú.