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Este 23 de junio se celebra el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, fecha instituida en el 2014 por la Women’s Engineering Society (WES) en el Reino Unido para celebrar su 95º aniversario y que cuenta con el patrocinio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) desde el 2016.

En la Central Hidroeléctrica ITAIPU (CHI), el protagonismo de las mujeres ingenieras es cada vez más importante, tal como lo demuestran las jóvenes ingenieras María Laura Arévalos, Sandra Abegg y Fabiana Ruiz Díaz; quienes desde sus diversas especialidades prestan servicio en la Dirección Técnica de ITAIPU Binacional.

María Laura Arévalos es ingeniera electromecánica, graduada de la Facultad de Ingeniería de la UNA y trabaja actualmente en la División de Ingeniería de Mantenimiento Mecánico. Como para cualquier profesional de la ingeniería, trabajar en ITAIPU tiene una relevancia muy alta para ella, sobre todo porque se trata de una hidroeléctrica única en el mundo y que posee varios récords.

“Para mi carrera, que es la ingeniería electromecánica, esta obra es fruto de esa ingeniería, puesto que uno puede ver diferentes maquinarias que son mecánicas y eléctricas. Por consiguiente, trabajar en este lugar es ideal para mí, porque puedo poner en práctica todo lo que estudié”, explica.

En cuanto al protagonismo de las mujeres en la ingeniería, María Laura señala que están demostrando que tienen las mismas capacidades y, si bien a lo largo de la historia de la ingeniería al principio las mujeres no mostraban tanto interés hacia esa rama, cada vez se van difundiendo más informaciones que a su vez permiten que muchas jóvenes se interesen más por las ciencias exactas en general y la ingeniería en particular.

Crecimiento profesional

Sandra Antonella Abegg, oriunda de Ciudad del Este, también es egresada de la Facultad de Ingeniería de la UNA y en ITAIPU se desempeña como ingeniera en la División de Mantenimiento Mecánico de Unidades Generadoras. Anteriormente, estuvo en otras áreas, lo que le permitió tener una visión general de lo que constituye una empresa de esta envergadura.

“Es un orgullo formar parte de ITAIPU, donde además pude desarrollarme profesionalmente como ingeniera electromecánica. Acá se ve mucho la puesta en práctica de todo lo que hemos estudiado en la universidad y es una fuente de crecimiento constante”, resaltó.

Asimismo, destacó la oportunidad que están teniendo las mujeres en las áreas dependientes de la Dirección Técnica de la usina. “Somos muchas mujeres trabajando en esta dirección, algunas con trabajos más de campo y otras incluso de operación de la central. Pero, dentro de todo, hay una apertura mayor hacia el trabajo de las mujeres. Por eso creo que debemos demostrar y sobre todo aportar nuestro valor profesional, cumpliendo todas las exigencias”, apuntó.

Valoró el ambiente de respeto en el que se trabaja a diario. “Yo soy la única mujer de mi división y se mantiene siempre un ambiente cordial, de respeto e incluso podría decir de caballerosidad por parte de mis compañeros de trabajo. Eso es muy importante para nosotras”, recalcó.

Aprendizaje permanente

A su turno, Fabiana Leticia Ruiz Díaz, egresada de la Facultad Politécnica UNA, se refirió a su trabajo como ingeniera en Electricidad en la División de Tecnología de Materiales, dependiente de la Dirección Técnica de la CHI. Aseguró que se está cumpliendo todo aquello para lo cual se formó, aunque aclara que sigue aprendiendo cada día en el área. “Me doy cuenta de que en todo lo que uno se está formando y va mejorando, en ITAIPU ya está aplicado”, indicó.

Recordó que ingresó a la Entidad con el Proceso Selectivo Externo (PSE) de 2017 y en ese entonces fue recién la segunda camada de mujeres en la Dirección Técnica. La anterior había ingresado en 2011, lo que significa que hay una transición importante.

“Actualmente, vemos que se están dando muchas más oportunidades para las mujeres en las carreras técnicas como la ingeniería. Acá en ITAIPU eso es algo muy importante ya que tenemos las mismas oportunidades y estamos en igualdad de condiciones con los demás ingenieros. Los trabajos que se nos asignan son los mismos y no están discriminados”, enfatizó.

Como mensaje final a todas las mujeres, las tres ingenieras coincidieron en la importancia de la capacitación permanente y sobre todo, valoraron la posibilidad de ganar espacios en los diferentes ámbitos de la ingeniería, valiéndose de sus propias capacidades y aptitudes, trabajando junto a sus demás colegas.