La obra del terraplenado de Villa Hayes se está llevando a cabo dentro del cronograma establecido por la empresa Benito Roggio e Hijos S.A. El plazo que la constructora tiene para entregar el trabajo a la Itaipu, es de doce meses desde el inicio de la obra, que fue a fines del mes de junio. La empresa constructora se plantea trabajar 24 horas, incluyendo los fines de semana, para aprovechar los factores climáticos favorables.

La construcción comenzó el 21 de junio del 2010 y desde entonces el 70% de las actividades previstas están encaminadas. Sin embargo, la empresa constructora se plantea trabajar 24 horas, incluyendo sábados y domingos, para adelantar la construcción, aprovechando los factores climáticos favorables, de ausencia de lluvia. El despliegue de hombres y máquinas en horarios nocturnos requiere una serie de condiciones obligatorias como medidas de seguridad exigidas por la Itaipu Binacional.

El ingeniero Luis Vellacich, fiscal de obras por la Itaipu Binacional, explicó que una de las medidas necesarias, es la iluminación de las zonas de obra; ya que hay trabajos de precisión que necesitan muy buena visualización departe de quienes trabajan la zona.

“Actualmente, hay grupos de trabajadores que se encuentran realizando limpiezas u otras tareas que no requieren de precisiones durante la noche, pero el horario nocturno oficial fue solicitado por la empresa constructora y la Itaipu le tiene que autorizar mediante la Superintendencia de obras”, explicó Vellacich.

“A finales de setiembre e inicios de octubre, es la temporada de la lluvia, por lo que hay que acelerar todo. Los trabajos que requieren de especialización para el horario nocturno, son los referidos a la excavación y carga”, señaló Luis Vellacich.

Oscar Sitjar, gerente de obra de la empresa Benito Roggio, comentó que las predicciones climáticas de sequía larga son convenientes, pero debido al fenómeno de La Niña, prefieren acelerar la obra en la actualidad para evitar inconvenientes no previstos.

Además, señaló que existen escenarios imprevisibles con las máquinas debido a que son recursos que no avisan cuándo sufrirá una avería o un desperfecto. “Estamos muy conscientes de que los tiempos son breves y frente a ellos tenemos que tomar decisiones rápidas para reparar o recurrir a alquileres”, señaló.

Avances
Hay avances significativos en los dos meses de implementación de los trabajos en la obra del terraplenado de Villa Hayes, según Oscar Sitjar.

“Las actividades realizadas comprenden la tareas de limpieza, excavación, el relleno del refuerzo de su lecho y el núcleo del terraplenado. Después vendrán las obras relativas a las secciones de terminación, con la realización de las protecciones de talud con rocas y la impermeabilización superficial”, explico Sitjar.

Entre los avances de las obras en Villa Hayes, también se destacan la culminación de la instalación lumínica, en su primera etapa, para la implementación de trabajos nocturnos. En la obra operan maquinarias como topadoras, escavadoras, tractores agrícolas, arados, motoniveladoras, rastras, camiones, entre otros, sumando un total de 60 vehículos pesados. Con relación a la cantidad de recursos humanos, el profesional, mencionó que cerca de 100 personas están involucradas en la obra.

El técnico señaló que en este momento están saliendo de las consecuencias generadas por las intensas precipitaciones pluviales registradas en el mes de julio, que obligó el uso del drenaje para secar los lugares inundados.

Características Técnicas

Suelo del Chaco
El suelo chaqueño está caracterizado por hincharse fácilmente al entrar en contacto con el agua, disminuyendo su resistencia. “No es el mejor suelo para trabajar. Los suelos del Alto Paraná son los ideales para este tipo de emprendimiento”, aclaró Luis Vellacich, especialista en removimiento de tierras y terraplenados. El fiscal de Itaipu, manifestó –no obstante- que “no queda otra alternativa que utilizar el material del lugar”, utilizando al máximo las soluciones científicas de mezclas de las tierras encontradas en el lugar.

La capa freática y la extracción de la tierra
En cuanto a la excavación de la tierra, existen también las condiciones técnicas para no llegar a afectar a la capa freática, de lo contrario se podría llenar de agua el yacimiento de donde se extrae la tierra. En el lugar, el nivel freático estaría ocho metros bajo el nivel del terreno natural, por lo que sería explotable hasta 6 metros, según Vellacich.

El botadero
Para el logro de un terreno firme, como base de la subestación, se debe retirar el suelo orgánico, que es degradable y no tiene soporte. Este suelo vegetal es la capa negra o el abono que cubre el terreno. En el lugar de la obra -según Vellacich- existen cuatro botaderos, que posteriormente y debido a que están compuestos de material orgánico, van a ser planchados y revestidos con pasto, como parte también de la mitigación del impacto ambiental, generada por la extracción de la tierra.

Terraplenado: Impacto en la zona
La construcción del terraplenado en Villa Hayes ya está generando un efecto multiplicador en la economía local: Se han instalado puestos de comida en las cercanías de la obra; existen intereses manifiestos de empresarios para inversiones futuras en la zona y además, constituye una oferta laboral directa para trabajadores del área. Esta oferta laboral se ampliará en las próximas semanas debido a la incorporación del trabajo en horario nocturno.

“Beneficios para la zona”
Julio César Locatti, presidente de la Junta Municipal de Villa Hayes comentó que las tierras donde se están realizando las tareas del terraplenado pertenecen al Ministerio de Defensa pero el municipio al cuál representa está solicitando la desafectación de la tierra para que pase bajo su dominio. “El predio de 12.500 hectáreas ya tiene sanción en la Cámara de Diputados y se aguarda respuesta favorable en Senadores” explicó.

Por otro lado, destacó que la obra que está impulsando Itaipu en la zona, va a tener un impacto favorable en la economía de Villa Hayes. “Existen fábricas que van a instalarse en el municipio”, dijo Locatti al señalar que existe un anteproyecto para la industrialización de una zona denominada Remansito, un barrio de Villa Hayes.

“La empresa tomará trabajadores”
El licenciado José Cristaldo, administrador de la obra explicó que en la actualidad muchos de los operarios y ayudantes son de la zona de Villa Hayes y Benjamín Aceval. Explicó que en estos momentos la empresa tiene previsto contratar al menos ocho trabajadores, entre maquinistas y ayudantes. Entre los requisitos: 1. Antecedentes policiales 2. Certificado de vida y residencia 3. Certificado de trabajo anterior o experiencia comprobable .4- Los interesados pueden completar un formulario de solicitud de trabajo en la administración de la obra.

“Es una oportunidad de trabajo”
Víctor Alcides Barbosa es de la zona. Un día se acercó a la obra y habló con el administrador y lo tomaron. Antes se dedicaba a la ganadería, a la albañilería, trabajos no muy estables. “Por ahora, lo que me toca es juntar las raíces una vez que se carga y remueve un área. Es uno de los trabajos que todavía no se puede hacer con la máquina y se hace manualmente. También, cuando hace falta hago de apuntador”, explicó. “Tengo vecinos en la obra, y esta es una oportunidad de trabajo para nosotros”, dijo.

“Primera vez, cerca de la familia”
Federico Aranda Matto es de La Costa, de Benjamín Aceval. Hace muchos cerca de 18 años que trabaja a tierra con el tractor. Actualmente, es operario de un tractor con rastra. Sus compañeros lo refieren como una de las personas más alegres de la obra. “Yo quiero agradecer al Presidente Lugo por esta obra, porque es la primera vez que después de muchos años puedo trabajar cerca de mi familia. Ojalá que salga otra obra más en la zona, porque somos muchos lugareños. Estamos contentos y alegres”, dijo.

“Un trabajo cerca de mi casa”
Elías David Núñez tiene 24 años y hace tres meses que trabaja en la obra. Es laboratorista, se encarga de tomar las pruebas de las tierras para el estudio de suelo. “Tengo 4 años de experiencia en este trabajo en otras obras y ahora estoy trabajando cerca de mi casa”, dijo el joven. Explicó que su labor específica consiste, en tomar muestras para saber la resistencia y aplicarlas en las pistas que se van construyendo. Así también, a través del laboratorio, lleva el control sobre la densidad y la compactación del suelo. “En esta obra, hay como 15 o 20 personas que son de la zona”, explicó.