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Con el objetivo anual de llegar a producir un millón de alevines por año, la Estación de Acuicultura de la Itaipu Binacional, ubicada en la Ciudad de Hernandarias, avanza en varios frentes de acción, derivados de la Dirección de Coordinación Ejecutiva de la Entidad, a través de la Superintendencia de Medio Ambiente.

Si bien las metas están supeditadas al componente climático y otros factores, se tiene un balance positivo de los programas previstos, según explicó el ingeniero José Luis Hermosa, gerente de la División de Embalse, al señalar que hay buena reproducción de alevines que se distribuye, en parte, a los interesados. Los beneficiarios son pescadores, comités de productores, asociaciones.

La reproducción de alevines es para la siembra en el embalse de Itaipu y otros cuerpos de agua, como los afluentes, ríos, arroyos, atendiendo el compromiso ambiental que tiene la Itaipu de contribuir para el mantenimiento de las poblaciones y de las especies nativas.

“El objetivo es eminentemente ambiental, lograr la reproducción de peces y sembrar en el embalse, sin embargo, en consonancia con la causa nacional para dar apoyo principalmente alimentario a las personas que requieran, una parte de la producción se destina a la distribución a los interesados”, expresó el ingeniero Hermosa.

Señaló que la distribución se encamina a través de notas a la Dirección General, que luego se canalizan vía Superintendencia de Medio Ambiente. “El requisito para acceder a los alevines es que los interesados deben demostrar que destinarán al uso responsable de los bienes que se les da”, indicó.

Hay experiencias positivas en este trabajo, la idea no es caer en asistencialismo, sino que las personas asuman un compromiso para que la producción y la facilitación de Itaipu en cuanto a la entrega de alevines, sean sustentables, conforme explicó el profesional. Alegó que los beneficiarios deben asumir que al retirar los alevines no quieran luego depender de la Entidad para la provisión de balanceados.

Además deben demostrar condiciones para mantener vivos a los peces para su reproducción. “No es honesto ni digno que luego de la entrega de los alevines los pescadores o productores tengan que depender de la Itaipu. Nuestro apoyo debe significar el punta pie inicial para que ellos puedan iniciar y sostener su emprendimiento”.

El factor principal es la entrega de alevines para que los productores puedan engordar y utilizar como un suplemento alimentario, para asegurar la disponibilidad alimentaria, según explicó Hermosa.

También aclaró que por motivos técnicos y prácticos el área de influencia de la Entidad es la prioritaria para la entrega, teniendo en cuenta que el transporte de peces no se puede hacer a una distancia larga ni en cualquier condición. Cuanto mas cerca es el destino donde van a ser depositados los peces, es más factible que pueda registrarse un proceso exitoso, de acuerdo a lo manifestado por Hermosa.

Primera reproductora de especies variadas

Walter Gill Morlis, profesional biólogo, que desde hace más de 24 años trabaja en el Área de Medio Ambiente, y actualmente como responsable del frente de acción de Ictofauna, dijo que se logró el posicionamiento institucional, al marcar presencia en educación e influencia para preservar el medio ambiente.

“Es un logro de todo el equipo de profesionales de medio ambiente que ha trabajado y sigue trabajando en la empresa. Ha sido importante y sigue siendo importante a nivel país, porque son aportes de la empresa para su propio beneficio y del país”, dijo al referirse a los diversos frentes de acción de Acuicultura.

Al rememorar los aspectos positivos del equipo de trabajo, Gill Morlis señaló que muchos logros se han alcanzado, principalmente porque ha sido la primera empresa que pudo reproducir muchas especies en cautiverio. “Es la primera institución a nivel país que logró esto. Nosotros trabajamos hoy rutinariamente entre 8 y 10 especies, dependiendo de la disponibilidad de matrices para poder hacer la reproducción”, dijo.

Explicó que la superintendencia de Medio Ambiente tiene dos departamentos: Departamento de Embalse y Áreas Protegidas, con dos divisiones, una es la División Embalse y la otra, Áreas Protegidas.

La División Embalse tiene como sede la Estación de Acuicultura, con seis frentes de Acción: climatología, plantas acuáticas, erosión costera, calidad de agua, piscicultura y fauna íctica.

En general todas las acciones llevadas a cabo dentro de la División Embalse son de monitoreo y consisten en trabajos que se realizan en forma rutinaria con el objetivo de conocer a través del tiempo cuál es el proceso natural que se verifica en los trabajos desarrollados en el marco de las acciones, conforme explicó.

La mayoría de las informaciones que se recaban son enviadas al Área Técnica, por una relación más bien técnica que tiene que ver con la materia prima que utiliza la Itaipu Binacional para generar energía, que es el agua.

El profesional mencionó que la Entidad tiene seis observatorios climatológicos a lo largo del embalse y que los trabajos realizados dentro de las áreas de acción, figuran el monitoreo de la fauna íctica.

“Es una empresa cuyo objetivo primordial es generar energía, pero dentro de eso preservando el medio ambiente, algo que en su momento fue inédito a nivel sudamericano y mundial inclusive, porque Itaipu ya nace con un programa de protección ambiental”, indicó.

Señaló que con el transcurrir del tiempo, se notó la influencia de Itaipu en su trabajo de educación ambiental, ya que hoy existen personas que han invertido en protección, hay reservas con propietarios privados que mantienen gran parte de montes con una visión conservacionista.

“Itaipu no es una isla, realmente es una empresa más que contribuye a la protección del medio ambiente”, expresó Walter Gill Morlis al tiempo de señalar que en nuestro país existen muy buenos profesionales del área ambiental. No hay en cantidad, pero si en calidad, en general los trabajos que se hacen, hoy se están promocionando, trabajos muy bien desarrollados”.

Apostar a la excelencia trabajando con gente calificada

“El trabajo que hacemos es para la preservación del medio ambiente, lograr reproducir especies que están amenazadas y poder tener una técnica que permita la preservación ya sea en su ambiente natural o en cautiverio”.

Paralelamente a eso también se logra una ayuda social, porque lo que se introduce a su medio natural, a la larga va en beneficio de los pescadores que son los que extraen esos recursos naturales. Toda institución debe aportar algo, así como las personas, para hacer frente al desgaste ambiental, según aseveró.

Al referirse a los aspectos positivos del trabajo profesional, manifestó la satisfacción de poder contribuir en el día a día, “haber podido conocer lo que fue esta zona en su momento, aportar conocimientos, ideas, son pasos importantes que han quedado plasmados en algunos trabajos como publicaciones, además de trabajar con gente calificada y con nuevos profesionales a quienes estamos transmitiendo lo que fue y cuál es la idea”.

“Nosotros indirectamente estamos educando, formando al pueblo, enseñando que hay algo mejor, fuera de lo que es “así nomás”, tener el coraje de invertir en educación e infraestructura y poder lograr mejorar a nivel institucional”, dijo al especificar que en Paraguay tenemos 300 especies de peces que se reproducen una sola vez al año y que muchas necesitan migrar para reproducirse, y que dentro de ese campo la Itaipu creó la estación de Acuicultura.