En el marco de la Feria Comercial, Industrial, de Turismo y Seminarios Empresariales (Fecomi 2011) el presidente de Petrobras, Miguel Rossetto, presentó el avance del “Programa Nacional de Producción y Uso de Biodiesel en el Brasil” este martes 6 de setiembre, en un encuentro con exponentes del sector empresarial, social, académico y gremial, en el Hotel Sheraton de Asunción.

La apertura estuvo a cargo del director General de Itaipu, Gustavo Codas, quien señaló el objetivo del encuentro: “Queremos aprovechar la presencia del presidente de la Petrobras, Miguel Rossetto, y la experiencia brasilera sobre la producción de biocombustible de etanol, biodiesel entre otras opciones y, hacer ese intercambio a partir de un punto de vista bastante variado de lo que es la realidad paraguaya”.

Durante su alocución, Codas explicó que después de la presentación del presidente de la Petrobras, Miguel Rossetto, se solicitó al representante paraguayo, Ramiro Rodríguez Alcalá, la realización de un contrapunto de la situación paraguaya y así aprovechar la presencia de representantes de diversos sectores para abrir un debate e intercambio sobre la experiencia brasilera y los desafíos paraguayos.

“Ayer (lunes 5), por la mañana, durante la reunión de la Mesa Energética, el Presidente de la República, recibió el informe- todavía en borrador-, del segundo taller de Políticas de Estados de Energía, que apunta entre otras cosas, a la necesidad que el Paraguay cambie su matriz de consumo de energías importadas, como es el caso de los hidrocarburos, que el Paraguay no produce y además, son altamente contaminantes, por energías producidas en el país y que tengan estándares de sustentabilidad medioambientales”.

Explicó que dentro de las energías sustentables está la hidroelectricidad que el Paraguay tiene en abundancia y que se está haciendo inversiones en infraestructuras, para el aprovechamiento de la misma y la otra, la energía de origen agrícola como el biocombustible, etanol, entre otros.

“Tal vez hemos desarrollado más la discusión sobre el aprovechamiento de la hidroelectricidad que la posibilidad del desarrollo de los agrocombustibles o biocombustibles. Este intercambio tiene por objetivo la realización de un documento que sistematice para su divulgación y será discutido con la sociedad, con los sectores políticos, parlamentarios, académicos, del sector privado, sectores sociales en las próximas semanas y meses”, concluyó.

Productividad del biocombustible en Brasil

“La política energética del Brasil apunta a la combinación de la energía eléctrica, la eólica y el biocombustible. La mezcla de petróleo, gas y energía eléctrica está permitiendo una amplia oferta en el mercado. Existe gran expectativa de que el Brasil se convierta en el gran exportador de petróleo y gas, mediante el buen resultado que se obtuvo de las prospecciones realizadas en aguas profundas”, comentó Miguel Rossetto, presidente de Petrobrás Biocombustible.

Según Rossetto, Petrobrás está realizando un gran esfuerzo para convocar a inversionistas y así desarrollar la industria nacional a partir del recurso natural del petróleo. Para pensar en forma estratégica la soberanía energética y la diversión en esta área, es necesario tomar como referencia el precio del petróleo.

“Nuestra lectura es que el petróleo barato ya no se dará más, teniendo en cuenta que en el escenario mundial el precio está entre 80 y 110 dólares el barril. No existe realmente ninguna evaluación que arroje un dato favorable hacia la disminución del precio del petróleo. Esta situación está estimulando la búsqueda de otras fuentes de energía”, dijo Rossetto.

Según su análisis, el Brasil tiene una producción de caña de azúcar que viene de unos 450 años atrás, pero para centrar su apreciación, enmarcó su ponencia en una perspectiva de hechos que sucedieron hace 40 años.

“El Brasil, creó el mercado de etanol, hace 40 años, a raíz de la crisis del mercado de azúcar y la ausencia de oferta del petróleo. Se tomó la medida de obligar el uso de etanol en combinación con la gasolina. La legislación brasilera obliga a que toda la gasolina vendida al consumidor posea 25% de etanol, garantizando así el mercado para este rubro”, recordó Rossetto.

El uso de etanol es bastante extendido en varias regiones del Brasil, pero no así con los vehículos importados, que cada día está aumentando. “São Paulo es el mercado consumidor más grande del Brasil. Existe un conjunto de políticas de tarifas tributarias que estimulan el consumo del etanol”.

Comentó que el gobierno Federal, ha tomado varias medidas para administrar en forma racional la producción del etanol: limitación del área de cultivo de la caña de azúcar; la contratación directa de trabajadores por parte de las usinas y la prohibición de realización de quemazones de caña para facilitar el corte de la misma.

0“Petrobrás como gran productora de petróleo y gas, se prepara también para entrar en el campo de las energías renovables. Cada vez más va a tener peso el biocombustible. No tiene sentido dejar que las ganancias vayan afuera”, reflexionó Rossetto.

“A Paraguay se le presenta oportunidades inéditas”

Ramiro Rodríguez Alcalá disertó sobre las oportunidades que existen para la agricultura familiar partiendo de la elaboración de combustibles verdes.

“En Paraguay, se presenta una oportunidad inédita en detener mercados internacionales con mejores precios para alimentos y combustibles”, inició el expositor.

Afirmó que la estrategia apunta a un crecimiento económico, sustentable, competitivo, con inclusión social centrado básicamente en los agronegocios, orientados al mercado de la exportación y esto significa una enorme producción sin desatender el mercado interno.

A su entender, el biocombustible es parte del ramo oleíco (soja, maíz, algodón, etc.) y se necesita de una producción sostenible. “En el Paraguay se habla cada vez de más pobreza, sin embargo -según mi opinión- la pobreza o falta de oportunidad carece de sentido porque hay una enorme viabilidad y rentabilidad de cadenas productivas relacionadas con la agricultura familiar”.

Enfatizó igualmente, que Paraguay tiene buenos mercados con buenos precios y que las políticas públicas deberían ir mejorando para el grupo carenciado y que mediante las cadenas de negocios entrar al circuito del biocombustible.

Agricultura familiar vs. empresarial

Rodríguez Alcalá manifestó que hay una convivencia entre la agricultura empresarial y la agricultura familiar, pero lastimosamente en Paraguay se polarizan las cosas y se están desaprovechando las oportunidades.

“GTZ validó un modelo para que Paraguay salga de la pobreza y que se centra en la agricultura familiar, aunque está un poco degradada, representa el 65% del consumo nacional de alimentos, o sea, no se debe plantear alimento vs energía”.

“En cuanto a la matriz energética, todos saben que debe ser descarbonizada. A Paraguay le conviene porque tiene amplia ventaja en producción de agro energía. El biocombustible es la solución”, finalizó.

“Hay avances en Paraguay”

Luis María Fleitas, asesor de Energías Renovables de Itaipu, destacó el carácter del evento, que logró reunir a sectores de diversos intereses como los industriales, gremios de la producción, minifundiarios y representantes campesinos. El experto señaló que se abordó un tema muy urticante como la relación entre la producción de biocombutible y los alimentos.

“Tuvimos una charla con un ejecutivo alto de Petrobrás. Esto no tenemos a la vuelta de la esquina. La alianza público-privada es el camino, no hay otro. Si queremos hacer solamente desde el Estado o el sector privado, vamos a fracasar”.

Fleitas destacó que “somos los primeros exportadores del MERCOSUR de energía renovable, con un 85%. La legislación comenzó primero en Paraguay. Nosotros ya teníamos la mezcla obligatoria en el diesel. En Brasil, recién se inició dicha experiencia en el 2005”, destacó.

“Estamos muy avanzados realmente. Por ejemplo, en el campo de la producción de soja, Paraguay es el principal país del mundo que llegó a un nivel alto en el plantío directo de protección de cuenca. El 90% de la producción de soja, se hace a través del plantío directo, protegiendo el suelo contra la erosión. Esto no tiene el Brasil. Nosotros tenemos una producción más ecológica de la soja”, reflexionó Fleitas.

En Paraguay no existe el riesgo de que la producción de biocombustible se pueda realizar a costa de la producción de alimentos, ya que existen muchas tierras ociosas que pueden ser destinadas para el efecto. “Estamos hablando de 140 mil hectáreas de tierras ociosas, que pueden ser incorporadas a la agricultura nacional, dando mano de obra, empleos reales”, dijo Fleitas.