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Seguridad de la Presa y Llenas en el Rio Paraná

La usina de Itaipu está localizada en una región trinacional, que reúne una población estimada de 700 mil habitantes.

Los trabajos de mantenimiento periódico para la seguridad de la presa de Itaipu son reconocidos por otras usinas por su excelencia en la periodicidad de monitoreo de sus estructuras, por la calificación técnica de los profesionales envueltos y por el nivel de detalle de los criterios a ser estudiados para garantizar los usos múltiples de su reservatorio.

Las condiciones de seguridad de la presa son verificadas constantemente por inspecciones regulares, monitoreo sismológico, con millares de instrumentos instalados en toda la extensión de la presa. Auditorías son realizadas por un grupo de consultores civiles de alto nivel a cada 4 años que aplican las mejores técnicas de estudio, compartimiento de experiencias e informaciones para el mantenimiento de las estructuras existentes.

Por ser una usina la falta de agua, o sea, sin capacidad sensible de variación del nivel de las aguas en su reservatorio, la Itaipu ha reducida capacidad de amortecimiento de las llenas, por eso necesita abrir el vertedero para que las aguas sean su curso natural a lo largo del río, ocasionalmente afectando algunas comunidades intermediarias, como, por ejemplo, el barrio San Rafael, en territorio paraguayo, localizado a aproximadamente 12 kilómetros de la usina.

El Plan de Acción de Emergencia binacional cuenta con una Comisión de Llenas, que monitoriza la situación hidrológica y define el plan de operación en situaciones de riesgo. La Comisión se preocupa por la seguridad de la presa y también con los efectos que los fenómenos meteorológicos podrán causar a las poblaciones, manteniendo los organismos públicos responsables en Brasil y en Paraguay actualizados sobre las condiciones hidrológicas, objetivando facilitar y anticipar posibles evacuaciones de la población en áreas antepasadamente identificadas.

En 2017, ocurrieron dos llenas de pequeñas proporciones en el río Paraná, que no llegaron a afectar viviendas en Brasil y en Paraguay. En las dos oportunidades, la Itaipu emitió boletines de alerta hidrológico informando diariamente la situación actual y futura de los niveles de agua del río Paraná, lo que permitió trabajo eficaz de entidades relacionadas a la defensa civil de los dos países.