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Especialistas de las tres fronteras realizaron taller sobre Leishmaniasis
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18/11/2011

Para fortalecer las capacidades en materia de vigilancia y el control de la Leishmaniasis en la región, el Grupo de Trabajo Itaipu-Salud (GT) dictó el jueves 17 de noviembre, un taller que contó con especialistas de las Tres Fronteras, quienes se encargaron de brindar instrucciones sobre métodos de prevención y control de la enfermedad en la zona. El evento se llevó a cabo en el Centro de Recepción de Visitas de Itaipu en Hernandarias.

Los participantes analizaron a profundidad la situación epidemiológica y las normativas programáticas aplicables en la región de las Tres Fronteras.
El Taller comenzó con una jornada completa y culminó el viernes 18 de noviembre, en horas de la tarde.

La reunión periódica del Grupo de Trabajo Itaipu Salud convocó a importantes especialistas en materia de vigilancia sanitaria y control de la Leishmaniasis de los países involucrados en la tarea. Los profesionales de la salud coincidieron que la mejor medida de prevenir el mal es manteniendo la vigilancia para poder detectar lo antes posible los vectores y evitar el contagio.

El Superintendente de Control de Endemias de la Secretaría de Estado de la Salud de São Paulo (SESP/SP), Neves Vera Camargo habló sobre la epidemiología de la leishmaniasis visceral canina, en particular.

Expuso sobre la situación de la enfermedad en el Brasil y las posibilidades de propagación en Argentina y Paraguay. En ese sentido apuntó sobre los factores de riesgos, la presencia del perro infectado y la incidencia de la enfermedad en los seres humanos.

“Hablamos sobre esa asociación y esa correlación colectiva, donde se tiene una fuerte presencia canina. Igualmente tratamos acerca de la mayor incidencia de casos humanos y todo el manejo que uno debe tener sobre el reservorio doméstico, el trabajo con la comunidad y el riesgo que representa.

Dimos recomendaciones también de cómo uno debe proceder para estructurar un programa de vigilancia en el área silenciosa, como ésta, de la región de Itaipu”, explicó Camargo.

La galena dijo que el riesgo siempre está latente por la expansión de la enfermedad en Brasil, Argentina y Uruguay.

“Es una cuestión de tiempo para que la enfermedad se propague. Lo que debemos hacer es mantener esa vigilancia porque hoy tenemos vectores que hacen intersección entre el área preservada con el área modificada. Cuanto más se esté modificando las áreas, como la tala de bosques de animales silvestres, entonces la enfermedad se adapta al ámbito familiar”, afirmó el especialista, al tiempo de advertir que la Leishmaniasis Visceral mata el 90 por ciento de los casos que no son tratados a tiempo.

Por su parte, el director del Instituto Nacional de Medicina Tropical del Ministerio de Salud de Argentina, Oscar Daniel Salomón, enfocó sobre la “Epidemiología y Vectores”, además de enfatizar sobre el programa nacional y las normativas que existen en su país al respecto.

El profesional indicó que la Leishmaniasis cutánea estuvo siempre en la región de las Tres Fronteras, en tanto, que la Visceral aún no se expandió demasiado, pero que están aplicando algunas estrategias para tratar de entender dónde estarán los vectores.

En la segunda parte de su exposición desarrolló el contenido del programa nacional y las normas vigentes en su país. Explicó las estrategias que aplican ante la presencia de la enfermedad y las medidas a tomar sobre los insectos, que son los vectores del mal.

“La Leishmaniasis Visceral ya se detectó en algunas ciudades de la región. El vector está en Argentina, en Puerto Yguazú, ya lo encontramos nosotros. Hay que pensar en actuar no solamente desde los Gobiernos, sino que se trabaje entre todos los sectores, en muchas disciplinas, no solamente veterinarios, biólogos, sino también en la parte de comunicación, ambiente, entre otros”, puntualizó el Dr. Oscar Daniel Salomón.

Importancia del diagnóstico laboratorial

Al representante de Paraguay, el Dr. Andrés Canese, le tocó exponer sobre el “Diagnóstico de Laboratorio (Humano y Reservorios). Significó que las personas que presentan estas características químicas como fiebre, desgano, disminución de peso, desnutrición debe ser motivos para que acuda a un centro de salud y el médico debe saber que tiene que hacer una serie de análisis.

“Se tiene que ver si no tiene agrandamiento de las vísceras, por supuesto, se percata que esté anémico y con unas pruebas laboratoriales para revelar glóbulos blancos, glóbulos rojos, plaquetas disminuidas, entonces se confirma la Leishmaniasis y se inicia el tratamiento”, dijo Canese, al aclarar que si el paciente no acude o el médico no se percata de que pasa algo, entonces el enfermo corre el riesgo de morir.

Reiteró que “cuanto más rápido se diagnostica el mal, el paciente tiene más chance de sobrevivir; mientras que si se tarda en la detección, la expansión es un poco difícil de evitar”.

“No hay paquetes de medidas. Es una enfermedad fastidiosa que no tiene receta. No tiene vacuna. El reservorio es el perro, que hay que ser sacrificado si le afecta. Hay poco que hacer para evitar la expansión. Se tiene que ver cuales son las medidas que suelen controlar la enfermedad, como la fumigación, el sacrificio del perro, el uso de collares con insecticidas, entre otras. Hay que hacer un esfuerzo conjunto”, resaltó.