Este 5 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Eficiencia Energética, una fecha con la que se quiere visibilizar la importancia que tiene el uso racional de la energía para el ser humano y el planeta. ITAIPU Binacional se suma a esta evocación universal a través de sus diferentes áreas y ejecuta múltiples acciones para ayudar a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), apuntando a tener una sociedad más sostenible.
Esta celebración, instaurada en 1998 en Austria, nació con el objetivo de sensibilizar a los países acerca de los efectos adversos del cambio climático, producto de las acciones humanas y el derroche energético; teniendo en cuenta que la energía es un factor que contribuye principalmente al cambio climático y representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI).
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Al ser una empresa comprometida con el medio ambiente y el desarrollo sustentable, ITAIPU no solo genera energía limpia y renovable, sino que también impulsa diversos programas enfocados en el aprovechamiento energético y orientados a la educación. A través de su Asesoría de Energías Renovables, la Binacional lleva adelante diversos emprendimientos bajo los preceptos de las denominadas Prácticas EREE (Energías Renovables y Eficiencia Energética), las cuales fomentan el desarrollo sostenible y buscan mitigar el impacto del cambio climático.
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Entre los principales proyectos de la Entidad, vinculados a las energías renovables, se encuentran los paneles solares flotantes en el embalse de la represa, la movilidad eléctrica, los biodigestores, los parques solares-eólicos en unidades militares, la transformación de infraestructura propia con sistemas eficientes, entre otros. Además, la institución lleva adelante capacitaciones sobre eficiencia energética en los hogares; entregas de artefactos de menor consumo; talleres barriales de reciclaje y reutilización de materiales; exposiciones en instituciones educativas; entre otras acciones.
Hacer más con menos
La eficiencia energética se refiere al uso óptimo de la energía para realizar una actividad, minimizando el desperdicio y maximizando el rendimiento. En términos simples, se trata de hacer más con menos. Esto no solo ayuda a reducir las facturas de energía, sino que también disminuye la demanda de recursos naturales y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.

Contrariamente a lo que se pueda pensar, la eficiencia energética no implica prescindir de las comodidades y del confort cotidiano que proveen los artefactos tecnológicos, sino que se trata de optimizar los procesos de producción, los recursos y el consumo de energía. Principalmente, se insta a ir usando fuentes renovables en lugar de combustibles fósiles, a fin de reducir la huella de carbono.
En ese sentido, una de las metas que establece el Objetivo de Desarrollo Sostenible – ODS 7 (Energía Asequible y No Contaminante) de las Naciones Unidas es duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética de aquí al 2030.

El Día Mundial de la Eficiencia Energética nos recuerda que cada pequeño gesto cuenta. Adoptar hábitos energéticamente eficientes no solo beneficia a nuestros bolsillos, sino que también es un paso crucial hacia un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.