Técnicos del Centro de Investigación de Animales Silvestres (CIASI), del Tekotopa Centro Ambiental de ITAIPU, reintrodujeron a cinco ejemplares de mykurẽ (zarigüeya) a su hábitat natural el pasado 3 de junio. Los animales fueron liberados tras completar un exhaustivo proceso de rehabilitación en el recinto de la Binacional y el mismo se había iniciado en febrero del corriente año.

Gerardo Cañete, encargado de la zona de resguardo temporal del CIASI, explicó que los ejemplares llegaron a Tekotopa luego de que su madre fuera atropellada.
«Nos entregaron en una caja pequeña. Los ambientamos en un lugar más grande para que pudieran desarrollarse. Recibían también un enriquecimiento ambiental para que sea lo más similar posible al ambiente en el que ellos se desarrollarían en vida silvestre», comentó.

Durante el proceso, los cinco ejemplares recibieron alimentación asistida y eran pesados semanalmente para monitorear su evolución. Según Cañete, el protocolo del CIASI establece que los animales rescatados deben ser reintroducidos a la naturaleza una vez que alcancen el peso adecuado.
La liberación se realizó en una zona silvestre alejada de la actividad humana, un aspecto clave para evitar que los animales desarrollen dependencia hacia las personas. «La idea es que las personas tengan en cuenta que estos animales no son mascotas. Al ‘mascotizarlos’, los estamos dañando. Los cuidados de un mykurẽ no son iguales a los de un perro o un gato», enfatizó.

Cañete también destacó la importancia ecológica de los mykurẽ y recordó que no deben ser dañados si se presentan en los hogares, ya que cumplen un rol crucial en el equilibrio del ecosistema. Sin embargo, aclaró que el CIASI no está abierto al público para recibir ejemplares de esta especie.
«Vamos aprendiendo de los errores y buscando guiar a otras personas para que cuiden, siempre recordando que hay que liberarlos en su hábitat, lejos de vehículos, lejos de personas y trabajos, para que estos animales tengan mayor chance de sobrevivir en su entorno natural», concluyó.