Técnicos de ITAIPU realizan tareas de mantenimiento en el vertedero de la Central Hidroeléctrica

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La Superintendencia de Mantenimiento, dependiente de la Dirección Técnica de ITAIPU, realiza un importante trabajo de mantenimiento de la superficie hidráulica del vertedero de la Central Hidroeléctrica. Las tareas, que arrancaron el pasado 2 de julio, tienen como objetivo reparar los daños causados por la erosión y cavitación que se generan en los periodos de vertimiento de agua desde el embalse a lo largo de los años.

Según explicó el ingeniero Néstor Genaro Cardozo, gerente de la División de Mantenimiento Civil e Industrial de la Binacional, se trata de reparos puntuales que se realizan tras inspecciones y mapeamientos semestrales, en las que se detectan zonas deterioradas. Apuntó que el vertedero es un elemento de prioridad cero en cuanto a la operación y mantenimiento dentro de la Central Hidroeléctrica.

“Aunque no forma parte del proceso de generación de la energía, es una pieza clave en el control de los niveles del río Paraná, tanto aguas arriba como abajo de la central. También es una estructura fundamental del esquema de seguridad de toda la represa y casa de máquinas. Una vez que identificamos una cantidad significativa de puntos afectados, se gestiona un contrato para ejecutar las reparaciones de manera integral”, detalló.

El contrato actual también tiene un plazo de seis meses y contempla trabajos en las tres canaletas del vertedero. “Comenzamos por la canaleta izquierda, luego pasaremos a la derecha y finalizaremos en la del centro. Todo el cronograma está coordinado con la Superintendencia de Operación y de otras áreas para asegurar la disponibilidad operativa en caso de necesidad de apertura de las compuertas”, precisó Cardozo.

Saúl Alvarenga, también ingeniero de la División de Mantenimiento Civil e Industrial, explicó que las tareas consisten en delimitar las zonas erosionadas, realizar demoliciones para retirar material suelto, limpiar, aplicar un puente de adherencia y, finalmente, una argamasa especial compuesta por resina epoxi, cemento y arena seca.

El plan contempla la reparación de 100 metros cuadrados, en más de 1.200 puntos distribuidos en las tres canaletas, con desprendimientos que varían en tamaño y profundidad. El último desprendimiento oscila entre 2 y 4 centímetros.

“El objetivo es asegurar una continuidad sin resaltos en la superficie de las canaletas y así prevenir daños mayores que podrían comprometer la estructura”, concluyó el profesional.

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