La construcción del Puente de la Bioceánica ya registra un importante avance y solo falta completar un tramo central de 149,60 metros para unir a las ciudades de Carmelo Peralta (Paraguay) y Puerto Murtinho (Brasil). La conexión internacional, financiada íntegramente con recursos de la Margen Derecha de ITAIPU, está cada vez más cerca de convertirse en una realidad tangible para beneficiar a las comunidades del Chaco y dinamizar la economía de la región.
De acuerdo con el Consorcio Binacional PYBRA, este año se completó gran parte de los pilares principales. Está en pleno proceso el hormigonado de las dovelas D11’ y D11 del Pilono 13, piezas que extenderán el tablero sobre el río Paraguay y acercarán aún más la unión final del puente. Al mismo tiempo, avanzan los tirantes que sostienen cada segmento, a fin de garantizar que la estructura crezca de manera segura hacia el centro del cauce, destacó un reporte del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
Igualmente, fue completado el postensado de los mástiles y la inyección de las vainas que protegen los cables internos; lo que asegura la durabilidad de la estructura y su capacidad para soportar el creciente tránsito que acompañará el desarrollo regional.
Asimismo, en el lado paraguayo se inició la colocación de barreras y cordones anticolisión; los cuales reforzarán la protección de los futuros usuarios. A la par, siguen avanzando los preparativos del acceso con la colocación de material granular y la imprimación de los primeros 500 metros, lo que permitirá un ingreso cómodo y seguro al puente una vez que entre en funcionamiento.
Más allá de su estructura principal, la conexión directa con el corredor bioceánico abrirá oportunidades para productores, estudiantes, comerciantes y familias que dependen de rutas más eficientes y accesibles.
Con 1.294 metros de longitud, incluida una pasarela peatonal, la obra estará dividida en tres secciones principales: los tramos viales de acceso; una sección atirantada de 632 metros, con un tramo central de 350 metros; y dos viaductos de acceso en cada margen del río. La estructura es considerada el eslabón principal del Corredor Vial Bioceánico, que enlazará los puertos de Santos (Brasil) y Antofagasta (Chile).
