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Medio Ambiente
Naturaleza y desarrollo social, en perfecta armonía
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13/04/2016

Los trabajos de limpieza y replanteo de obras, dentro del futuro barrio San Francisco, ubicado en Zeballos Cué, se realizan en armonía con la naturaleza y bajo estrictos controles de la fauna y flora del lugar. En la zona de obras, cada árbol de especie nativa, fue marcado para asegurar la perpetuidad de los mismos.

Los trabajos en el predio, donde será erigido el futuro barrio San Francisco, siguen su ritmo bajo estrictos controles de cuidado ambiental. Técnicos de la División de Áreas Protegidas, de la ITAIPU Binacional, contabilizaron los árboles de especies nativas a ser conservados en el futuro barrio San Francisco.

Esta primera etapa se extenderá hasta mayo, para luego entrar en la fase de obras civiles, para la construcción de las 1.000 casas, que beneficiarán a mil familias, generando un nuevo estilo de vida, para ellos y para todos los que están alrededor.

El Ing. Rubén Caballero, de la División de Áreas Protegidas de la ITAIPU Binacional, explicó que desde hace meses ya realizaron el relevamiento de la flora y la fauna del lugar.

“Estamos haciendo un conteo de todos los árboles, a partir de 10 centímetros de diámetro, de especies nativas y lo marcamos con cintas biodegradables, a fin de que los trabajadores respeten cada árbol señalizado en la zona de obras”, afirmó el Ingeniero Forestal.

Puntualizó que el lugar donde se realizará el proyecto y será construido el barrio San Francisco, ya sufrió alteraciones - en años anteriores - por acciones antrópicas en la zona y es un campo sin cobertura boscosa, sin embargo, la ITAIPU, firme en su compromiso de respeto al medio ambiente, está cuidando cada detalle de los árboles, que se encuentran de manera aislada en la zona de obras.

“La recomendación que dimos los técnicos, a las personas que están trabajando ahora, es que los árboles menores de 10 centímetros de diámetros podrán ser reutilizados, pero bajo el criterio de regeneración natural, es decir, los que fueron extraídos serán replantados en avenidas y parques”, explicó el Ing. Caballero.

Detalló que, con el movimiento de suelo, se están limpiando las malezas y arbustos, que no tienen mucha relevancia en el ecosistema.

En la fecha, se marcaron 150 árboles, en 20 hectáreas, que no constituyen un bosque cerrado, que según la Ley 2534, en su artículo 5: Define al bosque como ecosistema nativo o autóctono, intervenido o no, regenerado por sucesión natural u otras técnicas forestales, que ocupa una superficie mínima de dos hectáreas caracterizada por la presencia de árboles maduros de diferentes edades, especies y porte variado, con uno o más doseles que cubran más del 50 % de la superficie y donde existan más de 60 árboles por hectáreas de 15 o más cm de DAP (diámetro a la altura de pecho). En este lugar al contrario, se encuentran arboles aislados unos de otros.

“Este ecosistema se encuentra dentro de la ecoregión litoral central y existen especies comunes de esa región como son el Tatarê, Kurupika'y, Yvyraro y el Yvyra pyta. Todos los árboles fueron georeferenciados y confeccionaremos un mapa, donde estarán colocados cada uno de ellos”, concluyó el ambientalista.

Cabe destacar que el barrio San Francisco contará con la plantación de más de 1.200 árboles de especies nativas, además, en la zona de amortiguamiento, está prevista la plantación de más de 5.000 árboles de importante valor ambiental, como ser lapacho, jacarandá, entre otros.

Las familias a ser beneficiadas con las mil viviendas son provenientes de los barrios: San Pedro, San Jorge, San Felipe (zona baja), San Vicente y barrio Refugio.