Este jueves, 3 de noviembre, se celebra por primera vez en la historia el Día Internacional de las Reservas de Biosfera. La evocación fue establecida en el 2021 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), con el propósito de crear conciencia sobre estos espacios naturales para la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad; territorios donde además se promueven la investigación, el desarrollo sostenible y otras acciones en beneficio del medio ambiente.
En Paraguay existen tres reservas de biosfera reconocidas por la Unesco como sitios de patrimonio natural: la Reserva de Biosfera del Bosque Mbaracayú, la Reserva de Biosfera del Chaco y la Reserva de Biosfera ITAIPU (RBI). Esta última fue incorporada en la Red Mundial de Reservas de Biosfera en el 2017, principalmente por su transcendencia para la conservación del Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAPA).
La RBI posee una superficie de 1.047.438 hectáreas y abarca 16 distritos en los departamentos de Alto Paraná y Canindeyú, donde viven alrededor de 250.000 habitantes. Los objetivos y las acciones prioritarias implementadas en este territorio son definidos en consenso por la Dirección de la RBI, un comité gestor y un comité multisectorial (incluye a representantes de organismos y la población local). La reserva debe cumplir tres funciones complementarias: conservación, desarrollo y apoyo logístico dentro de su territorio.
En los últimos años, ITAIPU ha impulsado diversas iniciativas en el área la RBI, buscando el cuidado de la rica biodiversidad de la zona, pero a la vez la mejora en las condiciones de vida de los pobladores. En ese sentido, se destacan las capacitaciones sobre buenas prácticas agropecuarias a los productores locales, en el marco del proyecto Yvyrandu.
Este emprendimiento tiene el fin de brindar asistencia directa a los agricultores para que instauren la producción sostenible en sus fincas, con el apoyo de los municipios locales. Asimismo, se les insta a tener el aspecto laboral en regla, lo que significa poseer contratos con el personal y proporcionar condiciones dignas de trabajo. Ciudadanos de varias comunidades de Alto Paraná y Canindeyú ya recibieron la instrucción.
Igualmente, se ha llevado adelante tareas de restauración forestal, buscando así recuperar la cobertura boscosa que fue dañada en los últimos años, principalmente a causa de los incendios. Dentro de estos emprendimientos emergen el proyecto ITAIPU Preserva y recientemente la campaña de arborización Heñói. Esta última se encaró en conjunto con las comunidades locales, concientizando así sobre la importancia de los árboles y el cuidado del agua.
El territorio de la RBI busca constituirse en un modelo de sostenibilidad donde las personas sean protagonistas de la conciliación entre la producción y la conservación de la naturaleza, mediante acciones conjuntas ejecutadas por la Binacional, instituciones locales e integrantes de la comunidad. Como toda reserva de biosfera, se estructura en tres zonas debidamente diferenciadas, a fin de conciliar de manera estratégica la protección de la biodiversidad con el desarrollo económico sostenible (zona núcleo, amortiguamiento y de transición).
Vale remarcar que la Superintendencia de Gestión Ambiental de ITAIPU lleva adelante la coordinación general y las técnicas de las acciones implementadas en la RBI.
Antecedente internacional
En 1974, la Unesco creó las reservas de biosfera, con la finalidad de propiciar la gestión equilibrada, justa y equitativa de estos espacios; para evitar la explotación de recursos naturales de manera indiscriminada y conservar así los ecosistemas del planeta.
Las reservas de biosfera son aquellos espacios del planeta que poseen recursos naturales que representan la diversidad de hábitats, albergando una amplia variedad de ecosistemas y de biodiversidad: bosques tropicales húmedos, tundras, bosques templados, desiertos árticos, bosques boreales, bosques pluviales subtropicales, entre otros. Son reconocidos internacionalmente y mantienen su soberanía en cada país.
Estos territorios poseen un invaluable interés científico, biológico, ecológico y cultural; promueven la investigación, educación y el intercambio de experiencias. Asimismo, el mantenimiento de estos espacios naturales contribuye al crecimiento de las economías locales.