ITAIPU Binacional, a través de su Superintendencia de Gestión Ambiental, impulsó una serie de acciones en la Reserva de Biósfera ITAIPU (RBI) durante el 2022, a fin de seguir consolidando a este territorio como un sitio de conservación de la biodiversidad y de desarrollo sostenible para las poblaciones que están asentadas dentro del mismo. La RBI abarca 16 municipios de Alto Paraná y Canindeyú; posee una superficie de 1.047.438 hectáreas; y en ella viven alrededor de 250.000 habitantes.
Entre las principales acciones ejecutadas este año se destacan las capacitaciones sobre buenas prácticas agropecuarias a los productores locales, en el marco del proyecto Yvyrandu. Este emprendimiento tuvo el fin de brindar asistencia directa a los agricultores para que instauren la producción sostenible en sus fincas, con el apoyo de los municipios locales. Asimismo, se les insta a tener el aspecto laboral en regla, lo que significa cumplir contratos con el personal y proporcionar condiciones dignas de trabajo. Ciudadanos de varias comunidades de los dos departamentos afectados ya recibieron la instrucción.
Igualmente, se llevaron adelante tareas de restauración forestal para recuperar la cobertura boscosa que fue dañada en los últimos años, principalmente a causa de incendios. Dentro de estos emprendimientos emergen el proyecto ITAIPU Preserva y recientemente la campaña de arborización Heñói. Esta última se encaró en conjunto con las comunidades locales, concientizando así sobre la importancia de los árboles y el cuidado del agua.
También se dio especial énfasis a la educación y concientización sobre la importancia de preservar el territorio. Al respecto, se llevó adelante el curso de formación de promotores ambientales en instituciones educativas regionales, dependientes del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC). En total, fueron capacitados 52 docentes en dos cursos presenciales, los cuales incluyeron los módulos Ecología y Medio Ambiente; Ecología y Sociedad; Impacto Ambiental; Elaboración de Proyectos; y Educación Ambiental como Herramienta de Cambio.
Esta instrucción busca que los profesores se conviertan en agentes activos y multiplicadores de protección ambiental, para que así transmitan sus conocimientos a los alumnos y pobladores de sus respectivas ciudades. Actualmente, la División de Educación Ambiental está realizando un curso online de esta misma índole, en el que se anotaron profesores de Educación Escolar Básica y Educación Media de todo el país.
Asimismo, en julio pasado se desarrolló el curso “Introducción a la Reserva de Biósfera ITAIPU (RBI)” en forma virtual para la ciudadanía en general y 30 participantes lo finalizaron. Contempló los módulos Desafíos de la Reserva de Biósfera; las Reservas de la Biósfera como oportunidad; Reserva de la Biósfera ITAIPU; y Reserva de Biósfera en Acción.
En lo que se refiere a las tareas de investigación, se avanzó en la construcción de los indicadores que presenta el vasto territorio de la RBI. Los mismos están categorizados en hidrología (disponibilidad de agua), morfológica (sedimentos), calidad de agua (estado ecológico), conectividad (bosques protegidos de cursos hídricos y conectividad biológica terrestre), entre otros aspectos.
Con estas informaciones se podrá tener perspectivas más puntuales acerca de las condiciones que se presentan en los diversos municipios y así servirán de insumo clave para tomar decisiones sobre las futuras acciones. Se prevé que estos datos estén disponibles en un portal web para consulta de los interesados.
Vale remarcar además que las siete reservas naturales de ITAIPU, Margen Derecha, y el Refugio Biológico Mbaracayú (de manejo binacional), que componen las áreas núcleo de la RBI, se encuentran en pleno proceso de sus planes de manejo.
Así también se puede destacar la visita a nuestro país de especialistas del Programa Hombre y Biósfera de la UNESCO, quienes han elogiado más acciones de la Reserva de Biósfera ITAIPU.
Importancia mundial
Las reservas de biósfera son zonas compuestas por ecosistemas terrestres, marinos y costeros, reconocidas por el Programa sobre el Hombre y la Biósfera de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). En junio del 2017, esta institución incorporó oficialmente a la RBI, mediante su programa Hombre y Biósfera.
Los objetivos y las acciones prioritarias implementados en la RBI son definidos en consenso por la Dirección de la RBI, un comité gestor y un comité multisectorial (incluye a representantes de organismos y la población local). La Superintendencia de Gestión Ambiental de ITAIPU se encarga de la coordinación general y las técnicas de las acciones implementadas. Las reservas de biósfera deben cumplir tres funciones complementarias: conservación, desarrollo y apoyo logístico dentro de su territorio.
Las reservas de biósfera buscan soluciones para conciliar la conservación de la biodiversidad con su uso sostenible, el desarrollo económico, la investigación y la educación; y evalúan enfoques interdisciplinarios para comprender y gestionar los cambios e interacciones de los sistemas sociales y ecológicos, incluidas la prevención de conflictos y la gestión de la biodiversidad.